David Trueba ha dado en el clavo al destacar, en su columna habitual en El País, que la fuga de Aguirre es “anecdótica”, “un chascarrillo patético”, si se compara con “lo sustancial”, que está en la trayectoria política de la dirigente popular, en la que resaltan hechos como su injusto acoso a los médicos del Severo Ochoa, su empeño por privatizar los hospitales públicos y su manejo de Telemadrid.

El desprecio de Aguirre por los demás
“No faltan episodios de verdadera dimisión política que dejan lo de la multa y la persecución en un chiste. Quizá es más orientativa su actitud general”, afirma el cineasta en su artículo. Trueba censura “el desprecio sobre los demás” de Aguirre, con su “detalle de dejar el coche en el carril bus mientras vas al cajero automático en pleno corazón de la ciudad” y su “manipulación posterior, la sospecha generalizada de que los agentes pagarán un precio más alto que este incidente que la protagonista”.

No nos dejemos cegar
El cineasta cree que a la hora de emitir un juicio, “lo sabio consistiría en no dejar que lo anecdótico acabe teniendo más calado que lo sustancial. El carril Espe en la política deja una peor estampa que su disparatada fuga en Callao”. La “aparatosa huida de Aguirre de los agentes de movilidad que iban a multarla es goloso, pero no dejemos que nos ciegue”, añade Trueba.