Prioritaria la inhabilitación
El condenado, Agustín Ojea, de 50 años, reconoció ser autor de abusos sexuales a niños de entre 8 y 10 años durante los cursos escolares transcurridos entre 2003 y 2011. El fiscal consideró prioritario que el profesor fuera inhabilitado a que entrara en la cárcel, de tal manera que los 32 años de prohibición de ejercer como docente o trabajar con menores le inhabilitan durante lo que le queda de vida laboral. No obstante la reducción de la pena de prisión a dos años queda condicionada a que no vuelva a delinquir en cinco años, si lo hiciera entraría en la cárcel.
Las familias renunciaron a la indemnización
Las familias de los menores lo único que querían es no volver a ver más al agresor y que no se pudiera acercar ni a sus hijos ni a otros menores, por eso renunciaron a la indemnización que les pudiera corresponder. Además de los 32 años de inhabilitación, Agustín Ojea fue condenado al pago de una multa de 8.800 euros, a someterse durante un año a tratamiento médico para educación sexual y cuatros años de alejamiento de los menores que fueron objeto de los abusos.