El declive económico e industrial de Galicia es evidente. A pesar de ser una comunidad con poca burbuja inmobiliaria, la crisis ha impactado con gran dureza hasta el punto de que marcas históricas, emblemas de Galicia, han cerrado o presentado concurso de acreedores. Astilleros, las cajas gallegas, empresas de moda y ahora una más pequeña, pero muy emblemática para los gallegos, la fábrica de cerámica Sargadelos, todo un símbolo de identidad galleguista. Sólo se salva Zara, la gran empresa textil española germen del gigante mundial Inditex que ha convertido a Amancio Ortega en el tercer hombre más rico del mundo.

170 empleos que se pierden
El grupo Sargadelos tiene dos fábricas de cerámica en Galicia, una en la provincia de Lugo y otra en A Coruña. No es solo el fin de una cerámica de gran calidad, sino de un símbolo de identidad. La firma se creó a fines del siglo XIX, desapareció con la guerra y se recuperó tras la contienda civil por dos ilustres intelectuales gallegos, Isaac Díaz pardo y Luis Seoane. Rápidamente se convirtió en un símbolo de identidad gallega, de galleguismo, cuando en la dictadura estaba absolutamente prohibido y perseguido cualquier intento de promover una nacionalidad que no fuera la española.
Actualmente la compañía debe 5 millones de euros, el pasado mes de noviembre  tras presentar pre concurso de acreedores y aplicó un ERE de extinción de puestos de trabajo que afectó a 70 de los 170 empleados. Se les aplicó la última reforma laboral, 20 días de indemnización por año trabajado  con un máximo de dos anualidades. Ninguno de ellos ha cobrado las indemnizaciones.

Suspensión de pagos
Además de las indemnizaciones a los trabajadores despedidos, la firma debe las extraordinarias a los trabajadores, así como deudas con la Seguridad Social y Hacienda. Los problemas de la empresa vienen de años atrás, hasta el punto de que en 2010 la Xunta de Galicia le concedió una ayuda de 400.000 euros a fondo perdido más un préstamo de 600.000 euros convertible en acciones. Ya en 2012 cerámicas Sargadelos acumulaba cuatro años consecutivos de pérdidas.