El boletín económico del Banco de España correspondiente al pasado mes de febrero reconoce lo que ya sabíamos la mayoría de los españoles, que los salarios han bajado mucho más de lo que decían las estadísticas oficiales. Según el banco central, el descenso salarial comenzó en 2010 y sufrió una caída aguda en 2012 que cifra en un 2% solo en ese año. En los dos últimos años y sobre todo a raíz de la reforma laboral aprobada por el PP, los españoles estiman que de media su sueldo ha bajado un 20%. El dilema que presentaron y presentan las empresas es obvio: o bajada de salario o despido.

Encuesta de costes laborales
El Instituto Nacional de Estadística (INE) realiza desde hace años la encuesta de costes laborales que refleja no solo el salario que percibe el trabajador, sino las cuotas a la Seguridad Social que se tienen que pagar. Está considerada como bastante fiable y constató por primera vez la bajada de salarios o devaluación salarial en el cuatro trimestre de 2012, con la reforma laboral del PP ya funcionando. Además anotó una caída muy fuerte, del 3,6% al incluir el impacto de la supresión de la paga extra de Navidad a los funcionarios. En el tercer trimestre del año pasado arrojaba una caída mucho más moderada de tan solo el 0,3%, y hay expertos que vaticinan que en el último trimestre de 2013 se recogerá una subida salarial en comparación con el 2012. Será un efecto tramposo, porque en el último trimestre de 2013 no hubo supresión de paga extra a los funcionarios.

Con menos formación menos salario y te despiden antes
El informe del Banco de España constata lo que la gente de la calle sabe por experiencia, cuando estalla una crisis los primeros en ser despedidos son los trabajadores con menos cualificación y que también ganan menos. A mayor formación y especialización más salario y la embestida del paro se aguanta mejor. Entre 2008 y 2012, que es cuando se dispara el paro, los trabajadores con nivel educativo bajo pasaron de ser casi el 15% de la población activa (14,8%) a un 10%. Y, evidentemente, los primeros en ser despedidos son los que tenían un contrato temporal porque en ese mismo período de tiempo los trabajadores con más de tres años de contrato pasaron de ser el 61,7% a un 73% del empleo. A las empresas les sale más barato no renovar contratos temporales que despedir a trabajadores a los que tienen que indemnizar. Y la consecuencia de la temporalidad es que los que más han sufrido los despidos y el desempleo son los jóvenes, en cinco años el número de los que está trabajado ha bajado un 9% y la tasa de paro juvenil es absolutamente dramática, desconocida en España: un 57% de paro juvenil.