El Obispado de Ourense ha despedido a un trabajador salvadoreño que denunció condiciones laborales deplorables que incluían jornada semanal de 80 horas y funciones multitareas. Debía limpiar el edificio, atender la portería y el teléfono, servir las comidas y dejar listo el servicio de desayuno para el día siguiente, asear a los curas impedidos y estar disponible durante la noche por si alguien necesitaba alguna cosa.

Represalias por pedir dormir fuera del Obispado
El trabajador, que fue contratado por el Obispado después de llegar a España en 2008, había negociado con la jerarquía católica de Ourense poder dormir fuera del Obispado, ya que su contrato no contemplaba nocturnidad. Según denuncia este salvadoreño, su reclamo provocó malestar entre sus contratadores que tomaron “represalias”, como hacerle “fregar el suelo a mano”.

El Obispado le despidió cuando presentó una denuncia
Asesorado por la Confederación Intersindical Galega el trabajador denunció su situación ante la Inspección de Trabajo, lo que provocó que sus jefes le despidieran de manera fulminante, según adelanta El País. El sindicato gallego considera que el Obispado de Ourense se “aprovechó del desconocimiento de la normativa laboral española” por parte del trabajador para explotarle, y denuncia que en las últimas semanas el ciudadano salvadoreño ha recibido “llamadas amenazantes para que retire su demanda” y en las que le advierten de que si no lo hace, no volverá a encontrar trabajo en Ourense”. El CIG cree que el trabajador sufrió una situación "de sobre explotación e posteriormente de represió". Obispado justifica el despido con que el trabajador se quedó dormido y que en Facebook publicó comentarios hirientes.