Desde el punto de vista económico un fracaso y desde el punto de vista político el ridículo más absoluto. Éste es el resultado de la decisión del Gobierno del PP de implantar copagos en la sanidad pública. Copagos por todo, por los medicamentos, por las prótesis, por las dietas especiales, por los fármacos hospitalarios y por el transporte en ambulancia. El informe del Consejo de Estado ha sido contundente: el copago genera muchos más problemas y desigualdades del posible beneficio económico o ahorro que pudiera generar. Lo han dicho las Comunidades Autónomas, implantar determinados copagos sale más caro que lo que se pudiera cobrar. Es un fracaso absoluto además de una medida política injusta que castiga, como siempre, a los más débiles. Ahora el Ministerio de Sanidad va a renunciar a tres copagos: el transporte no urgente en ambulancia, las prótesis y los medicamentos dieto-terápicos. El copago de medicamentos de dispensación hospitalaria es un gran fracaso político, ni las Comunidades del PP lo aplican.

Si se quitan por la mejora de la economía, que los quiten todos
Si el informe del Consejo de Estado sobre el copago es demoledor, si se ha comprobado que lo que se va a recaudar es menos de lo que va a costar cobrarlos, el Ministerio ha optado por una explicación propagandística: se quitan porque la economía va viento en popa. Pero hay otras razones que llevan al Ministerio de Sanidad a dar una tímida marcha atrás: las elecciones municipales y autonómicas para las que queda año y medio. Es una razón política, los barones del PP no están dispuestos a asumir más desgastes electorales, por tanto la respuesta oficial del Ministerio de que se suprimen tres copagos porque la economía ha mejorado gracias a Rajoy 'el milagroso', es una burda tomadura de pelo a los ciudadanos. Se quitan esos tres copagos porque han sido unas medidas fallidas e injustas, porque no recaudan lo suficiente. En todo caso, si se quitan porque la economía va muy bien, la obligación del Ministerio es ser coherente: que supriman todos los copagos.

La desautorización de Ana Mato
Pero sin duda ha sido la implantación del copago en los medicamentos de dispensación hospitalaria para enfermedades graves lo que ha resultado ser un absoluto fracaso político para el Gobierno de Rajoy y una desautorización absoluta de los barones del PP a la ministra de Sanidad, Ana Mato, ya muy tocada por todas las informaciones sobre los viajes y regalos que le pagó la trama Gürtel.

El copago de los medicamentos de dispensación hospitalaria solo se aplica en Ceuta y Melilla porque las ciudades Autónomas no tienen competencias sanitarias y dependen del Gobierno central. En las demás no se aplica a pesar de que primero iba a entrar en vigor el pasado mes de octubre, ante la protesta de los barones del PP se retrasó a este mes de enero y ni por esas. Solo dos Comunidades Autónomas, ambas gobernadas por el PP, Galicia y Aragón, han dicho que lo aplicarán. En Galicia el Presidente de la Diputación y líder de los socialista gallegos, José Manuel Besteriro, ya ha anunciado que ayudará a los enfermos que tengan que utilizar dichos medicamentos.

Ni la Secretaria General del PP obedece al Gobierno
El caso es que la mayoría de los barones del PP no quieren saber nada del copago de fármacos hospitalarios. El más tajante es el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que ha llevado al Gobierno de su propio partido a los tribunales: ha recurrido la medida ante el Constitucional. Si ésta es la medida más contundente de un dirigente del PP, la más llamativa políticamente es la de María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla La mancha y también secretaria general del PP. Es la número dos del partido, solo por debajo de Rajoy y ha decidido no obedecer al Gobierno. Cospedal ha optado por la solución de otros barones autonómicos como Monago (Extremadura), aplica el copago pero lo paga la Comunidad Autónoma con sus presupuestos. No lo pagará directamente el enfermo, pero sí los ciudadanos de Castilla-La Manca con sus impuestos.

Hace tiempo que el discurso único del PP ha saltado por los aires: ni en copago, ni en impuesto ni en la Ley del aborto tienen discurso único. Eso que se sepa.