El ministro de Industria, José Manuel Soria, se desplazó a León nada más tener noticias del accidente que costó la vida a seis mineros en un pozo situado en el municipio de La Pola de Gordón. Pero el ministro se desplazó hasta León capital, a unos 60 kilómetros del pozo minero. Fue al hospital de León donde estaban ingresados los 5 mineros intoxicados por el gas grisú, uno de ellos en estado grave. Los mineros que se agolpaban a la entrada del pozo Emilio del Valle esperaban con rabia al ministro de Industria casi un año después de la última marcha negra a Madrid para intentar salvar la minería y sus derechos. Sindicatos y Ministerio de Industria han firmado un nuevo Plan del Carbón, pero sindicatos y mineros saben que han firmado un claro retroceso en sus derechos, la muerte del sector a fecha de 2018. No les quedó otra, llevaba casi un año de huelga y sin cobrar, la situación de las familias era dramática: desahucios, pobreza. Y eso no lo van a olvidar. Soria, alertado por el PP de la comarca, no se desplazó hasta el pozo, lugar de la tragedia.
 

Varias personas ayer en las inmediaciones del Pozo Emilio del Valle de Llombera de Gordón (León). EFE

 

 


Esquinazo a la prensa en el hospital
El ministro de Industria debe tener muy claro que le ha dado un golpe mortal a la minería y a las cuencas mineras leonesas porque el temor a encontrarse protestas a las puertas del Hospital, a muchos kilómetros de la mina, hizo que el ministro y el presidente de la Junta dieran esquinazo a los medios de comunicación. Los medios habían recibido la convocatoria de que Soria y Juan Vicente Herrera visitarían a los heridos ingresados en el hospital a las 19.15 horas de ayer lunes y a la entrada estaban colocados los gráficos y periodistas. Les tomaron el pelo, el ministro y el presidente de la Junta fueron al hospital sin avisar, fuera de la hora convocada para que no se pudieran tomar imágenes.

Reunión blindada en la Subdelegación del Gobierno
Pero tenía que quedar constancia de que el ministro estaba en León, aunque no haya pisado las cuencas mineras. Y para ello se convocó una reunión en la subdelegación del Gobierno de la capital leonesa con representantes de la Junta de Castilla y León, reunión solo con cargos del PP, y posterior rueda de prensa. Le preguntaron a Soria si pensaba visitar las cuencas mineras tal y como le piden los mineros desde hace una año. Su respuesta fue: " Hay que separar muy bien las razones de un accidente que ha derivado en tragedia de un proceso negociador largo entre ministerio, empresas y sindicatos, que afortunadamente concluyó el uno de octubre con un acuerdo y consenso para la reestructuración del sector hasta 2018".

Los mineros al ministro: "Arregle lo de la minería"
Las familias de los mineros hospitalizados contaron a los medios de comunicación leoneses que los heridos aprovecharon la visita del ministro para pedirle que "arreglara" el problema de la minería leonesa, pero no respondió. Según cuenta hoy el diario El País, Antonio Colinas, delegado sindical de los trabajadores del pozo donde ocurrió el accidente, estaba en el Hospital cuando llegó el ministro de Industria: "Le hemos echado, le hemos dicho que ni se le ocurriera aparecer por aquí. No sé cómo tiene la vergüenza de aparecer después de lo que nos ha maltratado". El Ministerio de Industria ha impuesto reducción de plantillas y toneladas antes de 2018 cuando Bruselas sólo lo exigía a partir de ese año. Exactamente lo que impone Bruselas es que a partir de 2018 solo funcionen las minas que sean rentables por sí solas, sin subvenciones. Nada más llegar al poder, el PP bloqueó el pago de las subvenciones a las empresas mineras, de manera que éstas a su vez dejaron de pagar los salarios y se vieron obligadas a realizar expedientes de regulación de empleo, o temporales o definitivos (desaparición). De esta forma forzaba a empresas y sindicatos a una nueva negociación del Plan del Carbón con la que el Gobierno pretendía, básicamente, retrasar la edad de prejubilación de los mineros. La retrasó dos años. Los mineros han asistido a una pérdida de derechos laborales inédita en 25 años, y todo eso después de casi un año sin cobrar, lo que ha dejado a las cuencas mineras leonesas en una situación extrema, desconocida en los últimos 40 años, con muchas familias al límite de la pobreza o en la pobreza.