La macrobeatificación de Tarragona ha abierto la caja de los truenos. El abad de Montserrat, Josep Maria Soler, se ha sumado a la petición de los cristianos de base de que la jerarquía católica pida perdón por su colaboración con el franquismo.Lo hizo durante la misa de acción de gracias por la beatificación de los 21 Mártires de Montserrat, que fallecieron en distintas circunstancias durante la guerra civil.

Soler, que subrayó que la Iglesia ha perdonado sin que a ella "nadie le pida perdón", recordó que el Papa Juan Pablo II pidió disculpas en el año 2000 por los errores de los hijos de la Iglesia y que los obispos catalanes también lo han hecho, en referencia a la carta pastoral Al servei del nostre poble del año 2011. En ella había una petición vaga de perdón "por la carencias y errores" que hubieran podido cometer. Sin embargo, Soler insistió ayer en su homilía en la necesidad de hacer un reconocimiento más directo: "Hay que continuar reflexionando sobre este periodo de nuestra historia para analizar todos los hechos, pero quizás sí que hace falta un pronunciamiento más explícito".

"Pero hoy, ante el testimonio de sus mártires beatificados, lo vuelve a hacer a través de mí, por las veces que, a causa de las limitaciones humanas, no hemos ofrecido un testimonio suficientemente transparente del Evangelio ni hemos sido suficientemente generosos en servir a todo el mundo", concluyó el abad de Montserrat.