El semanario británico The Economist publica una polémica portada justo después de la victoria de Merkel, a la que ve como la mujer de la que depende el destino de Europa. "One woman to rule them all" ("Una mujer para gobernarles a todos"), titula la prestigiosa publicación. La canciller, subida a un pedestal e iluminada por un celestial haz de luz, contempla a una derruida Europa.
Italia está representada por la Torre de Pisa más caída que nunca. Francia, también dañada, con la Torre Eiffel desmoronándoses y el Reino Unido está con el agua al cuello, representado por un Big Ben hundido en un charco. España está representada por un toro herido, con las banderillas clavadas en el lomo.
The Economist, que ha publicado varios análisis y editoriales sumamente críticos hacia España, no parece tener en cuenta los síntomas de recuperación que jalea el Gobierno en los últimos tiempos. Llama la atención que, mientras el resto de Europa está representada por monumentos, en nuestro caso han elegido la imagen de lo que algunos venden como "fiesta nacional" y para otros es un espectáculo de barbarie extrema. Lo que no aclara la publicación británica es si el toro está herido de muerte o merece un indulto.
