El Ministerio de Industria, la patronal Carbunión y los sindicatos mineros han alcanzado un acuerdo sobre el Plan del Carbón que estará vigente hasta el año 2018. En el nuevo Plan se garantiza que el carbón tendrá un peso del 7,5% en el mix energético que establece el reparto de cada fuente de energía en el total de la producción, así por ejemplo la energía nuclear tiene un peso aproximado del 12% en dicho mix. El acuerdo se alcanzó después de dos años de duras movilizaciones de las cuencas mineras contra el Gobierno del PP por los recortes aplicados tanto a las cuencas mineras como en las ayudas a la producción.

Dos años más para prejubilarse
El acuerdo contempla que las prejubilaciones de los mineros serán a partir de los 54 años con el 70% del salario -con el Gobierno del PSOE era a los 52- con indemnizaciones máximas de 10.000 euros, con 35 días por año trabajado y un tope máximo de 30 mensualidades. Se mantienen los programas de infraestructuras y reactivación empresarial, aunque con un recorte presupuestario sensible. El Presupuesto destinado para infraestructuras en las cuencas mineras para los próximos 4 años es de 250 millones de euros y para reactivación empresarial de 150 millones de euros.

De 20.000 mineros a menos de 3.000
El declive de la minería del carbón en España ha sido imparable en los últimos 30 años. En la década de los 80 el sector llegó a tener más de 20.000 trabajadores repartidos entre las cuencas de Asturias, León, Palencia y -en menor medida- Aragón y Andalucía. Actualmente son unos 3.000  en toda España. La minería del carbón se enfrentó a dos problemas insalvables, por un lado el carbón extranjero es mucho más barato y por otro la Unión Europea decidió en los años 90 abandonar el carbón como fuente de energía, cerrando minas y centrales térmicas por coste y por la elevada contaminación. Primero fue Margaret Thacher en Inglaterra la que acabó con el poderoso sector minero británico, luego fueron Bélgica, Francia y Alemania, aunque este último país mantiene abiertas algunas explotaciones. En la última negociación con Bruselas el Gobierno español (bajo la presidencia de Zapatero) logró mantener las ayudas estatales a las empresas mineras hasta el año 2.018, año a partir del cual las minas que operen lo tendrán que hacer por sus propios medios (si son rentables). El actual Gobierno no ha negociado más prórrogas con Bruselas y lo que sí ha hecho, amparándose en la crisis, es reducir notablemente el presupuesto, tanto en ayudas a las empresas como en prejubilaciones y en los programas sociales de reactivación de las cuencas mineras.

Acuerdo, al fin y al cabo
Los sindicatos han valorado positivamente el acuerdo y aunque reconocen que este Plan del Carbón es peor que el anterior, lo han firmado porque han conseguido arrancar al Gobierno algunas mejoras significativas respecto a la postura inicial del Ministerio, que prácticamente abocaba al cierre inmediato de todas las minas. la situación no obstante es muy preocupante porque, al margen del acuerdo sobre un plan nacional, el principal empresario minero privado de España, Vitorino Alonso, ha cerrado una de las principales empresas mineras, Coto Minero del Cantábrico (ha presentado suspensión de pagos y ahora un juzgado ha de decir quien gestiona la quiebra de la empresa y su futuro). Además lleva meses sin pagar las nóminas de los trabajadores de otras empresas mineras de su propiedad. Victorino Alonso tiene varios frentes judiciales abiertos por diversos asuntos y el futuro de todas sus empresas mineras está en el aire.