Pedro J. Ramírez no dará respiro a Rajoy y lo advirtió cuando afirmó que le daba de plazo hasta diciembre para cambiar el rumbo de su gestión o exigiría su dimisión desde las páginas de su periódico. Hoy le ataca por todos los frentes desde su columna dominical, donde presenta al presidente del Gobierno como un chapucero al estilo de Pepe Gotera y Otilio, los legendarios personales de Ibañez.
El director de El Mundo critica a Rajoy por su elección como presidente del Congreso de los Diputados a Jesús Posada, “el único dirigente popular que supera su propia maestría en el arte de la parálisis política”.

La consigna es no hacer nada
“Posada está ahí, expuesto en su sillón, al modo en que lo estaba Landelino, con la consigna de no hacer nada –excepto bloquear las iniciativas de la oposición– y hasta ahora ha cumplido a rajatabla”, escribe Pedro J.

Pepe Gotera al despertarse de la siesta
Según subraya, Posada “no ha tomado ni una sola iniciativa, no ha hecho ni una sola manifestación de peso o impacto en defensa de los valores constitucionales” y no es de extrañar que el presidente del Congreso no sea capaz ni de evitar las goteras en el hemiciclo sin cargarse “la huella de los balazos” del 23-F. “El ‘puedo decirle que la orden que se dio fue la de respetar al máximo lo que había’ que esbozó Posada sólo es propio de Pepe Gotera al despertarse de la siesta”, afirma Ramírez.

Margallo y lo último que debe hacerse
El director de El Mundo llama a pedir “cuentas, y sobre todo remedios” a Rajoy, que es “la autoridad superior competente”. También por las afirmaciones de su ministro de Asuntos Exteriores y “su mayor amigo dentro del Gobierno, en el caso de que tuviera alguno”, José Manuel García-Margallo .

“Lo último que se debe hacer ante un depredador como el nacionalismo es dar muestras de sentirse intimidado por sus demostraciones callejeras. Y la persona más inapropiada para exhibir tal miopía es un ministro de Asuntos Exteriores que acaba de sacar tanto pecho en relación a Gibraltar. Cualquiera diría que si pudiera rehacer el Tratado de Utrecht, Rompetechos Margallo recuperaría el Peñón y cedería Cataluña”, escribe Pedro J. al criticar el calificativo de “éxito” que el ministro utilizó para referirse a la manifestación de la Diada.

Todas las líneas rojas, desbordadas
“Cuidado. Todas las líneas rojas han sido ya desbordadas. Rajoy puede reiterar impunemente que cobrando una nómina de 21.000 euros al mes Bárcenas ‘ya no estaba en el partido’, pero otra cosa es Cataluña, afirma Pedro J. “Una cosa es ponerse de perfil ante un escándalo de financiación ilegal y sobresueldos y otra hacerlo cuando está en juego la propia existencia de España, añade.

El tándem chapucero
“La pasividad del Ejecutivo se percibe ya como negligencia dolosa” y “el público"  perseguirá a Rajoy y los suyos “a gorrazos si esto termina como las peores historietas del tándem chapucero”, de Pepe Gotera y Otilio.