Cuando aún no se ha cerrado la polémica alrededor de los gestos fascistas de miembros de Nuevas Generaciones, el Ayuntamiento madrileño de Moraleja de Enmedio, gobernado por el alcalde popular Carlos Alberto Estrada da que hablar al exhibir durante su fiesta en honor al Santísimo Cristo de la Salud una bandera preconstitucional. Ocurrió el pasado sábado, durante el pregón. Ante las críticas de la oposición, el acalde ha alegado que “no se enteró” hasta después de la celebración.
El tercer teniende de alcalde es miembro de una peña fascista
“Me enteré después. Había unos 2.000 vecinos en la plaza. Si nos hubieran avisado, habríamos retirado la bandera independientemente de que esté o no prohibido o que en otros sitios luzca una bandera republicana”, declaró el alcalde a El País.
Preguntado sobre cómo llegó la bandera a lo alto del Ayuntamiento, Estrada ha respondido que un miembro de la peña El Apretón, de ideología fascista, la “subió al balcón y cuando aquello se llenó, la desplegó”, sin que nadie le viera. Sin embargo, el portavoz del PSOE, Faustino de Lucas, ha asegurado que "todo el mundo vio subir a ese individuo".
El portavoz socialista ha explicado, además, que “el tercer teniente de alcalde es miembro de esta peña” y ha anunciado que su Grupo tiene intención de presentar una moción en el próximo pleno de este mes.
Se castigará con penas de prisión actos de este tipo
La última reforma del Código Penal que propuso el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, modifica el artículo 510 para castigar con penas de prisión el fomentar el odio o la violencia por motivos racistas, antisemitas, ideológicos o de creencias. Además, según este anteproyecto que está pendiente de tramitación, la elaboración y difusión de material que incite a ese odio también estará penada. De tal forma que el enaltecimiento o justificación de estos delitos se castigará, presumiblemente, con penas de seis meses a dos años de prisión y multa de seis a 12 meses.
