Esradio, la emisora que tras su tormentosa salida de la COPE fundaro Federico Jiménez Losantos, Luis Herrero y César Vidal, ha estrenado temporada con cambios sustanciales. Uno de los puntales, Vidal, se ha marchado por la puerta de atrás mientras que el Grupo Risa, una de las principales apuestas de la emisora para enganchar oyentes por la vía del humor, ha tomado el camino de vuelta y ha regresado al seno de la COPE, de donde también 'huyeron' secundando a Losantos en su exilio.

"Como si Vidal nunca hubiese existido"
Las razones de la salida de Vidal no están demasiado claras ya que éste apenas ha apuntado a diferencias de criterio en la gestión con Losantos, al que le unía una estrecha colaboración desde hacía lustros y que montaron Esradio, integrada en el grupo Libertad Digital. Pero ya se van cifrando más datos de que la salida no ha sido demasiado amistosa. Otro extrabajador de Esradio, Miquel Rosselló -que al parecer gestionaba las cuentas de Twitter y Facebook de Vidal- explicó en su blog que se enteró de la marcha de su jefe durante sus vacaciones y describe el pésimo ambiente que se encontró cuando se reincorporó a su puesto. Vidal alertaba ayer de la conveniencia de leer ese texto: "un artículo impresionante que incluyo en mis páginas de Facebook. Difícilmente se puede ser más generoso y certero".

¿Y qué contaba ese texto? Nada más volver, Roselló comprobó los cambios en la emisora: "Pude ver con mis propios ojos como la gran fotografía de César Vidal que había en el pasillo central junto a los otros dos fundadores de EsRadio, Federico Jiménez Losantos y Luis Herrero, había sido arrancada dejando unos desconchones en la pared. Era como si César Vidal nunca hubiese existido, lo más parecido al damnatio memoriae que practicaban los antiguos romanos. Según me contaron, el encargado de arrancar el retrato fue el propio Javier Somalo, director de EsRadio. Entre esconder la imagen de César y censurar sus últimas tertulias la situación me recordó a las prácticas narradas en la distopía 1984 o la fijación de Stalin por borrar a Trotsky de las fotografías".

Narra su despido y el miedo reinante en LD
Roselló explica que al día siguiente fue a verle "con sus andares como de chulo de feria" uno de los nombres ascendentes en Esradio, Dieter Brandau, quien le condujo al despacho de Javier Somalo, "que esperaba sentado detrás de la mesa demacrado, desafiante y con cara de vinagre". "Allí, fui testigo paciente de lo que los trabajadores de LD conocen como puritadas o lo que algunos también llaman gestapos. Lo de puritadas viene porque en cada sesión entre los dos se fuman media lata de Café Creme (sí, como siempre han sido jefes todavía no se han enterado de que está prohibido fumar en las oficinas). Lo de gestapo no creo que haga falta que lo explique, habla por sí mismo. La puritada busca, como ya me habían prevenido, atemorizar al empleado y predisponerle a hacer lo que ellos quieren".

En la reunión le conminaron a "arrepentirse" por unas manifestaciones que hizo en Twitter o a pactar su despido, y finalmente fue despedido. Habla de un ambiente de miedo en el grupo de Losantos: "Se cuentan por decenas los despidos en Libertad Digital y, pese a la nefasta gestión que se lleva desde hace años, sus gestores son los mismos y no creo que cambien. Lo de Libertad Digital es el caso del bombero pirómano llevado a su máxima expresión. Desde fuera se podría decir que ocurre algo parecido a lo que critican en la clase política: recortan por abajo y castigan al productivo mientras mantienen sus privilegios de casta dirigente y se blindan ante el fracaso".

Críticas de Vidal en las redes y burlas en Esradio
El enfrentamiento ha continuado en directo a traves de las redes sociales. Ante los nuevos contenidos que Luis Herrero, su sustituto en la franja nocturna de Esradio, ha introducido, Vidal escribió en Facebook: "Madre mía... crónica rosa y fútbol... qué poco se tarda en destrozar lo bueno". También en el espacio matinal de Federico Jiménez Losantos han aludido a su antiguo socio con bromas, cuando como contertulio, Herrero ha ironizado con el nombre que hubiera convenido al espacio que antes se llamaba La noche de César para encarar su nueva etapa: "El nombre perfecto del programa hubiera sido La noche sin cesar". ¿Aludía así a quienes se están salvando de los numerosos ceses que se están produciendo en la empresa?