“¡Están llevándose furgonetas enteras con documentos!”. “¡Están borrando ordenadores para ocultar irregularidades!”. “¡El PSOE destruye documentos porque no quiere que sepamos sus apaños!”. “¡Barreda es un delincuente que ha ordenado borrar todos los documentos comprometedores!”. Estos son algunos de los titulares, tremendos titulares, que la prensa cavernaria puso sobre papel entre junio de 2011 y febrero de 2012. Aún es más, la propia presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, era la encargada de anunciar a bombo de Razón, ABC y Gaceta su decisión de denunciar ante los tribunales a José María Barreda, expresidente socialista, “por la destrucción masiva de documentos y archivos informáticos de la Junta”, dijo en Tele 5. Y así lo hizo en septiembre de 2011...y todavía estamos esperando a que los tribunales se pronuncien ante una querella onírica, ficticia, o le saquen los colores a la que es ahora la supuesta autora que ha dado la orden para la eliminación de los discos duros de los ordenadores de Bárcenas, o lo que es lo mismo, la destrucción de pruebas ineludibles para contrastar las denuncias de financiación irregular del PP que lleva realizando el extesorero durante los dos últimos meses.

Método 3, los supuestos espías del PP
María Dolores Cospedal mostró su indignación ante el supuesto borrado de ordenadores dictado por su antecesor, el socialista José María Barreda. Decimos “borrado”, que nada tiene que ver con “destrucción de discos duros”, como así parece ser que ha ordenado la secretaria general con los portátiles de Luis Bárcenas. Así las cosas, Cospedal creyó tener ante sus manos una “destrucción masiva” de documentos oficiales y echó mano de su empresa favorita: Los espías por excelencia, Método 3, que le cobraron cerca de 20.000 euros para contarle lo que todos los funcionarios sabían y todos los políticos (incluidos los del PP) conocían: No hubo destrucción de documentación, no hubo borrado de ordenadores, no hubo limpieza premeditada... solo hubo eliminación de datos personales, según reconocía la empresa de espías preferida por Cospedal y por su marido, Ignacio López del Hierro (), que, incluso, les propuso recuperar dicha información. Todavía están esperando la respuesta de la lideresa manchega, hoy con un pie en el banquillo de los acusados, si el juez Ruz, por fin, decide imputarla por autora supuesta de destrucción de pruebas.

Chapuzas de libro
No solo eso, ahora sabemos que los espías preferidos de Cospedal y de su marido actuaban como el “Señor Lobo” en la película Pulp Fiction, de Quentin Tarantino, papel interpretado por el incomparable Harvey Keitel, especialista en eliminar pruebas y limpiar lo que hay que limpiar. Todo esto lo decimos, porque los “señores lobos” de Método 3 exigieron a los funcionarios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que abandonaran sus puestos de trabajo cuando ellos procedieron a inspeccionar los ordenadores oficiales del Gobierno castellano-manchego. Esto, a todas luces, es una flagrante irregularidad que los empleados públicos denunciaron en su momento, ya que podría haber llevado a los espías preferidos de Cospedal a introducir en los ordenadores la información que quisieran, o a visualizar datos privados y confidenciales del Ejecutivo, o a borrar documentos... todo ello sin testigos presenciales, sin pruebss notariales. ELPLURAL.COM ha consultado con abogados especialistas y no dan crédito a la chupuza llevada a cabo por Método 3.

Espías al servicio de su majestad...
Todo esto salió a la luz a raíz de conocer la contratación de los espías por parte de Cospedal. Por eso sabemos también que Método 3 vigiló y espío, supuestamente en plena precampaña electoral, al expresidente de la Junta manchega, José María Barreda, asi como al alcalde de Toledo y actual líder del PSOE castellano-manchego, Emiliano García-Page. Años después, tanto Barreda como Page están esperando una explicación del Gobierno presidido por Cospedal o una disculpa de los espías preferidos por la madrileña y por su marido, el híperempresario Ignacio López del Hierro.