Los centros de atención a personas sin hogar acogieron a una media de 14.050 personas cada día durante el año pasado, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que supone un incremento de un 2,6% respecto al año 2.010 el último en el que el INE contabilizó estos datos. La crisis económica y los casi seis millones de parados han provocado que la cifra aumentara mientras que los recursos de los centros de acogida no han parado de disminuir. Una de las características de esta crisis es que ha expulsado a ciudadanos directamente de la clase media a estar en la calle sin nada. Los centros de atención a personas sin hogar ya no acogen únicamente a drogodependientes, inmigrantes sin trabajo o personas en situación de exclusión social.

Sin techo y sin nada
La encuesta sobre centros de atención a personas sin hogar refleja que hay 605 centros de acogida en toda España, de los que un 30% son de titularidad pública (autonómica o municipal) aunque la inmensa mayoría -tres de cada cuatro- son financiados con dinero público. El servicio más demandado ha sido el de comida, seguido muy de cerca por el de información y acogida y el de alojamiento, con porcentajes todos ellos por encima del 82%.
Además el 13,3% ofrecieron talleres de inserción, un 18% talleres ocupacionales, un 25,5% asistencia jurídica, apoyo en regularización de papeles un 26,2% y, el más demandado tras comida y alojamiento, atención sicológica con un 38,1%.

Atender a más gente con menos dinero
Durante 2.012 los centros de acogida a los sin techo tuvieron un presupuesto global de un 201,13 millones de euros, lo que implica un descenso del 5,4% respecto a 2.010. Obviamente ello repercutió en el gasto medio por centro, que fue de 276.200 euros anuales, un 12,3% menos que en 2.010. Y todo ello cuando el número de personas al que han tenido que atender aumentó casi un 3%.
La mayor parte de los centros, casi un 76%, fueron financiados única o mayoritariamente por las administraciones públicas, frente al 8% que se financió con fondos propios procedentes de donaciones particulares o empresas.