Al Gobierno del PP ya se le han acabado las promesas electorales que ignorar y ya ha inaugurado una nueva etapa, incumplir los compromisos políticos con los que intentaba suavizar las impopulares medidas que puso en marcha nada más llegar al poder. La vicepresidenta y portavoz Soraya Sáenz de Santamaría debutó en su nuevo rol el 21 de diciembre de 2011 con un desagradable trago: anunciar a los españoles que, a pesar de lo dicho en campaña, sí iban a subir los impuestos.
"Carácter temporal de dos años"
La vicepresidenta trató de mostrarse muy contundente entonces a la hora de anunciar "medidas que no estaba previsto adoptar", de lo que culpó al Gobierno precedente, y para resultar convincente fue reiterativa: "Este Gobierno se ve obligado a una subida temporal de determinados impuestos. A una subida temporal que se basa en los principios de justicia y de equidad. Pedimos un esfuerzo a aquellos ciudadanos que más ganan y tienen con carácter progresivo y temporal de dos años".
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También se comprometió a "decir la verdad"
"Aquí hay un Gobierno que está dispuesto a tomar decisiones, a dar la cara, a decir la verdad", concluyó aquel día la presidenta. Este viernes, con motivo de la revisión del cuadro macroeconómico que admite que la caída del PIB será mayor de la anunciada y con la presentación de un nuevo paquete de medidas, el ministro de Hacienda reconocía que la subida del IRPF se mantendría al menos hasta 2015, un año más de lo anunciado. La temporalidad proclamada por Sáenz de Santamaría se prolonga...
