Ana Botella se siente “inspirada” por Margaret Thatcher y su partido ha decidido dedicarle una calle en la ciudad de Madrid, a pesar del juicio crítico de toda la oposición. Crítico porque no existen vínculos conocidos entre tal señora y la capital de España, y crítico, sobre todo, porque puestos a buscar inspiración para la alcaldesa, y coincidimos en la necesidad imperiosa, podría haber encontrado referencias más útiles y convenientes. No hay calle en Madrid para el también premier conservador Winston Churchill, y este al menos ganó una guerra al horror nazi. También era conservador Abraham Lincoln, aún en plena exposición cinematográfica en Madrid, y merece reconocimiento por acabar con la esclavitud en su país. Aunque, claro está, para la “inspiración” y para la calle, yo recomendaría hoy al mejor alcalde de Berlín y gran impulsor de la Europa Social, Billy Brandt, que en el próximo mes de diciembre hubiera cumplido 100 años.

Pero el PP madrileño prefiere a Thatcher, “inspiradora” de la alcaldesa y modelo para la presidenta regional de su partido. ¿Qué es lo que inspira Thatcher al partido que nos gobierna? Desde luego no el éxito en su gestión. Recordemos, por ejemplo y al calor del debate vigente sobre las dificultades de las familias madrileñas para pagar los comedores escolares, que lady Margaret también fue conocida en su país como “Milk Snatcher” (ladrona de leche), por su controvertida decisión de eliminar el reparto gratuito de leche entre escolares de familias necesitadas durante su etapa como ministra de Educación. Thatcher fue pionera, sí. Pionera en buena parte de aquello que ha ocasionado más desigualdad y más injusticia en Europa, como la desregulación de los mercados, la hiperfinanciarización de la economía, la flexibilización de las condiciones laborales, las bajadas de impuestos a los pudientes, las subidas de impuestos a las mayorías (recuérdese el “pool tax”, desencadenante de su renuncia), las privatizaciones de servicios esenciales o la beligerancia constante frente a los esfuerzos destinados a la construcción de la Unión Europea.

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