La carrera diplomática anda revuelta desde el miércoles por la tarde. Estos días se celebraba ‘el bombo’, que es como los diplomáticos llaman al rito anual por el que se asignan los cargos vacantes a los funcionarios que los solicitan. El funcionamiento es simple: hay una serie de vacantes, y los diplomáticos que lo desean se apuntan como candidatos.

Un candidato más que cualificado
Después una llamada Junta de la Carrera, en la que concurren altos cargos del Ministerio y representantes elegidos por los diferentes empleos de la diplomacia –embajadores, consejeros, secretarios…- hacen una propuesta entre todos los candidatos, en las que se tienen en cuenta antigüedad, idoneidad, etc., que elevan a la oficina del ministro.

Uno de los puestos vacantes en este ‘bombo’ era el de Cónsul General en Roma. Un cargo ‘apetitoso’, pero evidentemente de rango inferior al de embajador. A él se presentó Juan Pablo de Laiglesia, exSecretario de Estado con Trinidad Jiménez, ex embajador en México y Guatemala, ex Director de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo.., y muchos otros cargos que le convertían en un candidato más que cualificado para el cargo.

El ministro veta y no da razones
La mañana de este jueves, tras considerar las propuestas, el gabinete del ministro ha informado de que la lista completa era aprobada…, con una excepción. El ministro, haciendo uso de su potestad, vetaba a Juan Pablo de la Iglesia para el puesto de Cónsul General. Para mayor escarnio, se anunciaba también que el puesto quedaba vacante. Es decir, ni siquiera se ocupaba con un segundo nombre de los peticionarios.

En los pasillos del Ministerio el revuelo ha sido inmediato. Y es que no existe precedente ante un veto de este tipo, que ha sido calificado por un diplomático a ELPLURAL.COM como de “un caso de sectarismo político como no se había vivido nunca en Exteriores”. Aunque no se ha facilitado razón alguna para este “único veto” en toda una lista que supera el centenar de nombramientos, entre los diplomáticos la razón está clara: “Juan Pablo de Laiglesia no es de la cuerda del ministro”.

Persecución contra los diplomáticos ideológicamente no afines
Un hecho que parece confirmar otro de los revuelos que se han producido en las últimas horas en la carrera. El cese sin explicaciones, ni razones profesionales conocidas, del subdirector general de África, José Manuel Albares, un joven diplomático, considerado afín al PSOE.

En realidad, como les contamos hace unos meses en ELPLURAL.COM, García Margallo y su equipo ya habían producido una primera persecución contra determinado grupo de diplomáticos, y para ‘colocar’ a sus afines, cuando llegó al cargo. Aquellos diplomáticos que, en los pasillos del Ministerio eran conocidos como los miembros de ‘la caverna diplomática’.

Mientras, el ministro mima a los suyos..., o no
Curiosamente, García Margallo, al tiempo no ha dudado en 'premiar' a su jefe de Gabinete, Alberto Carnero, embajador en Viena. Como se ve dos varas de medir... O no. Porque el rumor que hay en los pasillos de Exteriores es que en realidad el ministro lo que deseaba era librarse de su jefe de Gabinete, que le había colocado la fundación FAES, y con el que García Margallo no acababa de entenderse.