La operación de Eurovegas tendrá sumará un nuevo secreto a su ya extenso catálogo de operaciones, reuniones y visitas de las que su patrono, el millonario estadounidense Sheldon Adelson, no da información alguna. Salvo el lugar elegido (la localidad madrileña de Alcorcón), los impulsores de este macroproyecto de juego y ocio no han dado cifras concretas de inversión ni han comunicado fechas y plazos de ejecución de obras e inicio de la actividad y ahora tampoco se sabrá nunca el precio del suelo en el que se asentará el complejo.

Misión imposible
Saber el precio del suelo donde se asientan este tipo de inversiones ha sido siempre una misión casi imposible, debido a la complejidad de la documentación que acompaña a la compra de las parcelas y a la multiplicidad de propietarios que venden. Pero en este caso había una posibilidad de aproximarse a la realidad, ya que uno de esos propietarios es Metrovacesa, una inmobiliaria que cotiza en Bolsa y que debe hacer pública una exhaustiva información sobre sus negocios todos los años. Pero esa posibilidad ha quedado truncada porque los propietarios de Metrovacesa (la banca) han decidido excluirla de cotización.

Doble ventaja para la banca
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya ha admitido a trámite esa petición de exclusión firmada por los bancos Santander, Popular, BBVA y Sabadell, que junto con Bankia controlan el 95,5% del capital de la inmobiliaria. Para estos bancos, la operación tiene además la ventaja de que podrán valorar en sus cuentas la parte que controlan de Metrovacesa de manera más favorable. La CNMV había dispuesto que las participaciones de bancos en inmobiliarias cotizadas se consignen en las cuentas por el valor de las acciones (valor de mercado) y no por el de los activos (pisos y terrenos). Al dejar de cotizar, los bancos ya podrán valorar Metrovacesa como lo venían haciendo, puesto que no existirá un valor de mercado en Bolsa, que era mucho más bajo que el de los activos.

Todos privados
Con esta exclusión de cotización, los promotores de Eurovegas podrán mantener el secreto del precio de venta de los terrenos, ya que los propietarios de los mismos son totalmente privados y nadie estará obligado a dar información pública. Eso no habría pasado, por ejemplo, si Sheldon Adelson hubiera elegido para el proyecto los terrenos de Valdecarros, una enorme finca en el sureste de Madrid, cerca del barrio de Vallecas, entre cuyos propietarios se encuentran entidades públicas como la propia Comunidad de Madrid, que sí está obligada a dar la información.
Precio a la baja

En fuentes del mercado inmobiliario consultadas por ELPLURAL.COM se asegura que algunas parcelas de los terrenos de Alcorcón elegidas por los promotores de Eurovegas para levantar su proyecto fueron vendidas en su día, en medio de la burbuja inmobiliaria, a precios de hasta 250 euros por metro cuadrado, lo que elevaría a unos 3.000 millones de euros el valor del suelo sobre el que se asentarán los casinos. Sin embargo, la sensación general es que el precio que pagará Sheldon Adelson será mucho menor, ya que de lo contrario, sólo la compra del terreno se comería casi un tercio de la inversión prevista en la zona y ese porcentaje es incluso elevado para las viviendas. Las mismas fuentes prevén una dura negociación a la baja.

A la espera de González
Eurovegas, que según algunas informaciones ya ha creado en España una sociedad limitada filial de una empresa holandesa, de la que la matriz de Adelson tiene el cien por cien del capital, nació ya enturbiada por los rumores de que la Comunidad de Madrid, presidida entonces por Esperanza Aguirre, iba a modificar algunas leyes para atender las peticiones de Adelson, entre las que figuraba el poder fumar en los casinos. Ahora esa misma Comunidad de Madrid, presidida por Ignacio González, tiene sobre su mesa el proyecto de incluir a Eurovegas en el catálogo de obras de interés regional, lo que le otorgaría importantes incentivos fiscales y exenciones tributarias ligadas a la inversión y a la creación de empleo.