La alcaldesa de Madrid, Ana Botella. EFE/Archivo
El Ayuntamiento de Madrid que dirige Ana Botella mintió y maquilló la actuación policial en la tragedia del Madrid Arena y le ocultó al juez Eduardo López Palop información sobre lo que ocurrió la noche en la que murieron cinco chicas en el pabellón municipal.
En concreto, según ha desvelado el diario El Mundo, se maquilló el nivel de riesgo del evento, que nunca fue elevado aunque se fabricaron informes para simularlo; se mintió con la disponibilidad de los antidisturbios municipales y con el número de agentes, que nunca pasó de 12 pero el inspector jefe, Emilio Monteagudo, aseguró en su informe que hubo 18.
Ocultación y maquillaje
Las acusaciones particulares que representan a las víctimas quieren pedir a Palop que acuse a Monteagudo, que declaraba hoy, de falsedad en documento público y defienden que ha habido ocultación y maquillaje.
Mentiras en la comisión
Monteagudo está imputado, ya que el juez considera que podría tener responsabilidad, ya protagonizó una polémica comparecencia en la comisión de investigación. Entonces aseguró que no hubo botellón en el exterior del Madrid Arena aquella noche, lo que es falso.
Nivel de riesgo
Se ha asegurado una y otra vez que se pasó “verbalmente” de nivel de riesgo medio a alto e incluso existe un documento donde se dice que sí se hizo. Pero es falso, porque aunque fuera verbal, la ley dicta que hay que hacerlo por escrito. Y no existe ningún documento que lo certifique.
Contradiccione
También lo negó la jefa policial de Moncloa, Cándida Jiménez, que contradijo a Monteagudo en otras ocasiones. Como cuando aseguró que sólo había 12 agentes mientras que el inspector jefe dijo que hubo 18. Monteaguado también aseguró que los efectivos policiales estaban reprimiendo el consumo de alcohol en la calle, pero esa noche no se levantó ni un expediente por botellón.
Confeccionados a posteriori
Los informes policiales fueron confeccionados a posteriori, como ocurrió con el dispositivo enviado ese mismo día al programa El Hormiguero. Entonces se hicieron hasta cuatro órdenes de servicios los días 12 y 16 de noviembre, dos semanas después de la tragedia. Además, las órdenes no fueron firmadas por quienes debían, incumpliendo la Norma sobre Elaboraciones de Órdenes.
