Oriol Pujol, hijo del ex Presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), portavoz del grupo parlamentario de este partido en las Cortes catalanas y mano derecha del Presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha comparecido ante los medios de comunicación nada más hacerse público que había sido imputado por la Fiscalía Anticorrupción por un delito  de tráfico de influencias en el caso conocido como ITV. Oriol Pujol había anunciado hace meses que si era imputado dimitiría, pero en su comparecencia ante los medios de comunicación ha anunciado una dimisión a medias.

Renuncia a los cargos del partido
Oriol Pujol se queda con el acta de diputado en el Parlamento catalán y dimite de los cargos orgánicos en su partido. Es decir, dimite como secretario general de Convergencia y dimite como portavoz de este partido en el Parlment, pero no abandona la política porque se queda con el acta de diputado.

Después de una larga perorata sobre el crítico momento de credibilidad que atraviesa la política por los múltiples casos de corrupción que están siendo investigados, Pujol comunicó la dimisión solo de los cargos orgánicos en su partido e insistió en su inocencia.

El escrito de la Fiscalía Anticorrupción es muy duro contra el delfín de Jordi Pujol y la mano derecha de Artur Mas. La Fiscalía considera que "coordinó, dirigió y amparó al actividad delictiva" valiéndose de sus cargos políticos para "lucrarse personalmente" en una trama de adjudicación de inspecciones técnicas de vehículos.

Conspiración antinacionalista
Al destaparse el caso de las ITV, Oriol Pujol afirmó en el Parlamento catalán que "ni soy colaborador, ni soy necesario ni he montado ninguna trama de ITV". También aseguró que su partido (CDC) "ni monta, ni organiza ni conoce tramas criminales", y apostillo que "estamos en un estado de Derecho, no policial, en el que no bastan los indicios".

Destacados dirigentes de Convergencia quisieron ver en la investigación, y posterior denuncia de la Agencia Tributaria, una conspiración política contra este partido nacionalista en vísperas de unas elecciones autonómicas catalanas, a las que el partido de Pujol acudió con la promesa de independizarse de España. Todos los grupos de la oposición en Cataluña cargaron contra esa 'teoría de la conspiración' que llegaron a calificar de "paranoia".