No son sólo los escándalos de corrupción política generalizada los que han hundido la "Marca España" en el exterior, la imagen de los empresarios españoles está por los suelos, tanto en la prensa internacional como entre inversores y principales bolsas del mundo. Hay una excepción, Amancio Ortega, dueño del imperio Inditex y uno de los hombres más ricos del mundo. Su aversión a los focos, a la publicidad, a ocupar cargos con notoriedad pública y, sobre todo, la creación y mantenimiento de un imperio textil, ramificado ahora a otras actividades le sitúan al margen del estereotipo que se está creando de los empresarios españoles: defraudadores con Hacienda, nulo compromiso con la economía y los problemas de su país y cuyo único objetivo es "tener cuentas en Suiza y comprarse pisos en Miami o Nueva York".

¿De dónde viene el dinero que corrompe a los políticos?
Para corromper a un político hace falta dinero -dinero negro- que procede de ámbitos empresariales. Se le paga a cambio de algo, evidentemente. Por todo ello para analistas foráneos,  la corrupción política en España esconde un problema "sistémico", un flujo que va del mundo de los negocios a la política y viceversa. El boom inmobiliario que vivió España provocó una multiplicación exponencial de la corrupción a todos los niveles: el constructor pagaba comisiones para que le recalificaran terrenos, el banco sobrevaloraba las viviendas para dar hipotecas más altas e hipotecar a ciudadanos que no tenían suficiente dinero, los notarios hacían la vista gorda y muchas inmobiliarias y constructoras daban "facilidades" para que parte del desembolso de hiciera con "dinero negro". Esta rueda enloquecida en la que se metió de cabeza el país parece un guión de película. Pero de cine negro, por supuesto.

Un presidente de la CEOE en la cárcel, un vicepresidente investigado
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) es la patronal de las patronales. Desde su dirección en los últimos años se daban lecciones al Gobierno y a los ciudadanos de cómo había que comportarse para salir de la crisis: "Trabajar y cobrar menos" dijo el ex presidente Gerardo Díaz Ferrán. Se mostraban y también preocupados con la corrupción política y exigían al Gobierno más transparencia y menos burocracia.

La CEOE tiene un serio problema de credibilidad, su ex presidente, Díaz Ferrán, está en la cárcel por saquear su empresa y ocultar un patrimonio inmenso (incluido un lujoso piso en Manhattan)  para no pagar sus deudas con los acreedores. Además de evasión de impuestos, impagos a la Seguridad Social, etc, etc. Su actual vicepresidente y presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, está siendo investigado por pagar parte del sueldo de sus trabajadores en negro, ha sido sancionado por no pagar las cuotas a la Seguridad Social... y no dimite. Con este panorama, el actual presidente, Joan Rosell, se empeña en seguir dando lecciones a la ciudadanía.

En Alemania, en Francia...imposible que no hubiera dimitido
Visto lo visto el PP y la CEOE comparten una filosofía: no dimite nadie. Corresponsales extranjeros que trabajan en España consultados por ELPLURAL.COM coinciden en que más arriba de los Pirineos no se soportaría que la máxima organización empresarial tuviera en su dirección a alguien sobre el que pesan gravísimas acusaciones.

Sirva de ejemplo las declaraciones del líder de una organización empresarial alemana a John Müller, analista económico de El Mundo, en las que afirmaba que a los empresarios españoles les faltaba un compromiso con su país. En una de sus columnas Müller contaba que a este destacado empresario alemán -cuya identidad no desveló- le sorprendía que ante la dramática tasa de paro juvenil en España, los grandes empresarios de nuestro país no se pusieran de acuerdo para sacar adelante un plan, un compromiso con las jóvenes generaciones. Y decía también que daba la impresión de que a los empresarios españoles solo les preocupaba "tener una cuenta en Suiza y un piso en Ginebra". Desde aquí añadimos: y el yate en Mallorca.