El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, ha asegurado que Benedicto XVI tiene "mucho 'feeling' con los jóvenes", para destacar los rasgos de su Pontificado, después de que el Papa anuncie su renuncia para el próximo 28 de febrero.  Rouco Varela, que ha leído un comunicado de los obispos españoles, ha señalado que la noticia es "sorprendente" y "nos llena de pena", pero también "coherente" con la personalidad del Pontífice y con los tiempos. Sin embargo, Rouco ha señalado que hace una semana estuvo en Roma y no "había ningún indicio" de que esto pudiera suceder.

Así, ha destacado que el Pontífice ha continuado con el carácter abierto de Juan Pablo II poniendo el acento en el ejercicio al que dedicó su vida, el magisterio, de una forma "cercana, transparente y muy luminosa".

"Mover los brazos"
Rouco ha insistido en su cercanía a los problemas de los hombre y a los jóvenes y ha relatado cómo al principio de su Pontificado algunos cardenales se preguntaron cómo la haría en este ámbito, "como iba a mover los brazos". "Le ha salido perfectamente", ha añadido.

Pontificado de récord
Además, considera de "record" su Pontificado, teniendo en cuenta que comenzó con 78 años. Igualmente, ha destacado que el cúmulo de labor y trabajo que pesa en la actualidad sobre el sucesor del Pedro es mayor que en siglos pasados, especialmente desde Pío XII, Pablo VI y, sobre todo, Juan Pablo II.

Visitas a España
Rouco Varela, especialmente agradecido por los viajes del Papa a España, y más concretamente por presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid en 2011, ha destacado que su aportación "es única en la historia de los Papas y no fácilmente superable".  También ha destacado que durante su visita a Santiago de Compostela en 2010 sorprendió con un juicio histórico sobre el papel de España en la historia de la Iglesia, ya que señaló que la historia moderna de la Iglesia se abría en España en el siglo XVI.

"Respeto a su voluntad"
En su comunicado, los obispos españoles han manifestado que se sienten "afectados" y "como huérfanos" ante la decisión del Papa Benedicto XVI de renunciar a continuar con su Pontificado aunque respetan la voluntad del Pontífice y le agradecen su "impagable" servicio.

"Nos llena de pena"
"Nos llena de pena pues nos sentíamos seguros e iluminados por su riquísimo magisterio y por su cercanía paternal. Al mismo tiempo, acogemos la voluntad del Santo Padre con reverencia filial. Estamos seguros de que el Señor bendecirá el costoso paso que él acaba de dar con nuevas gracias para el nuevo Papa y para toda la Iglesia", subrayan.