Cuando la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, para sacudirse la presión del caso "Bárcenas", anunció en la sede del PP nacional que los dirigentes de su partido iban a hacer pública su declaración de la renta,la cara de Javier Arenas delante de ella cambió. Las cámaras fueron testigo de como un sobrecogido Javier Arenas decía gestualmente que no con la cara. Hoy Arenas,  obligado por el partido y por las circunstancias que vive la formación por las acusaciones sobre su supuesta contabilidad "B", ha afirmado que las va a hacer públicas. Algo que por mucho que lo disimule le causa enojo.

Golpe de efecto de Griñán
Y es que el vicesecretario de Política Local y Autonómica del PP, Javier Arenas, ya dio muestras de su oposición a hacer públicas sus cuentas cuando era jefe de la oposición en Andalucía. Fue en un golpe de efecto del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, cuando el verano pasado durante una sesión del Parlamento andaluz, sin nadie pedírselo y de motu proprio, puso encima del atril y entregó a la Cámara sus declaraciones de la renta de los tres últimos ejercicios e invitó a Arenas a hacer lo mismo.

La presión le obligó a presentar documentación aunque no la declaración de la renta
A partir de ahí comenzó todo un pressing polítco y mediático para que Arenas hiciera lo mismo que Griñán. La respuesta fue la negativa inicial. Los socialistas aprovecharon el momento para preguntarse en público la razón de su negativa. Tanta fue la presión ejercida sobre el PP andaluz, que al final y con mucho retraso, Arenas también obligado por las circunstancias como ahora, se fue al despacho de un conocido notario sevillano amigo suyo y entregó unos papeles y unas notas explicando sus ingresos. Tanta demora en presentar la documentación sobre sus ingresos no impidió que Arenas defraudase a la opinión pública.

Cobraba sueldos del PP
La documentación entregada recogía solo unos documentos notariales en los que se descubrió que además de su sueldo del Senado percibía un sobresueldo del PP de 54.000 euros como presidente de los populares andaluces. El PSOE le acusó entonces de "fullero" y "embustero" por haber "mentido" con sus ingresos al asegurar en anteriores ocasiones, primero, que no cobraba de su partido y, después, al "ocultar" los gastos que le pagaba el Senado y el Parlamento Andaluz

Cinismo político
Por eso el hecho de que Arenas haya reculado hoy revelando que Arenas ha avanzado que en los próximos días, en coordinación con el Partido Popular, también hará públicas sus declaraciones de la renta de los últimos diez años, así como las declaraciones de los bienes que posee ha sonado a "obligación sobrevenida" por las circunstancias de que el PP está obligando a sus dirigentes a que lo haga. Oír hablar a Arenas del "compromiso ejemplar con la transparencia" del presidente del Gobierno e invitar a los dirigentes de todos los partidos a que hagan lo mismo, es cuando menos un ejercicio de cinismo político al que ya nos tiene acostumbrados el dirigente andaluz.