El asesor jurídico de la Casa del Rey, José Manuel Romero. EFE/Archivo



En 2005, la Casa Real ya conocía las actividades empresariales de Iñaki Urdangarin, según se desprende de las afirmaciones del abogado y asesor jurídico externo de la Casa del Rey, José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao, quien ha admitido que en esa fecha le fue encomendado asesorar al duque de Palma.

El Conde de Fontao sale al paso de los correos desvelados por Diego Torres
Romero Moreno ha salido al paso de la publicación de correos electrónicos enviados por el exsocio del duque Diego Torres al juez en los que queda en evidencia el asesor de la Casa del Rey, pues Urdangarin cuenta en ellos que había solicitado su colaboración “para hacer crecer este proyecto a nivel de mecenazgo como de asesor", en relación a la puesta en marcha de una nueva fundación.

El asesor del Rey niega que prestara asesoramiento
El conde de Fontao ha negado haber prestado "asesoramiento jurídico" en los trámites de constitución de la fundación sucesora del Instituto Nóos, la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, más allá de haberle aconsejado a Iñaki Urdangarin que si quería estar vinculado a ella se limitara a ser miembro de su consejo asesor, nunca de su órgano de gobierno. Esta fundación dedicada supuestamente a niños enfermos de cáncer y minusválidos le sirvió al duque para desviar fondos obtenidos con administraciones públicas a sus empresas privadas.

En un comunicado remitido a Europa Press, el conde de Fontao da explicaciones sobre las recomendaciones que, a instancias de la Casa del Rey, hizo a partir de 2005 sobre las actividades empresariales que el duque había puesto en marcha junto a su ahora exsocio Diego Torres al frente del Instituto Nóos.

No fue un asesoramiento, sino un consejo
Romero Moreno sostiene que su intervención en relación a los negocios del duque se limitó básicamente en aconsejarle que hiciera una separación "entre las actividades mercantiles y las relativas al fomento social del deporte", disolviera la Fundación Areté que creó con Torres en 2006 al ser una "reproducción" del esquema de Nóos y se limitara a figurar como miembro del consejo asesor en la nueva Fundación Cultura, Deporte e Integración Social.

El conde de Fontao, persona de confianza del Rey, confirma que en julio de 2005 recibió el "encargo profesional de revisar la fórmula jurídica aplicable a la forma y al contenido de las actividades empresariales" que realizaba Urdangarin en el marco del Instituto Nóos.

La forma jurídica del Instituto Nóos no era la correcta
El asesor de la Casa del Rey explica que advirtió ya en aquella fecha que la forma jurídica de la "asociación" que se venía utilizando para el Instituto Nóos "no era la correcta" porque determinadas actividades que se realizaban a través de él eran "de naturaleza mercantil", por lo que resultaban "extrañas a la figura jurídica de la asociación".

Romero Moreno aconsejó al duque que "en el caso de que fuera necesaria su colaboración en este tipo de actividades mercantiles, la misma debería canalizarse a través de una sociedad mercantil adecuadamente constituida" y "sin participación" del duque. El abogado también hizo saber a Urdangarin que las actividades que realizara en su caso con las Administraciones públicas "deberían someterse con todo rigor a la normativa de contratos públicos" y consideró "más conveniente" que las actividades de fomento social del deporte que quisiera emprender "se llevaran a cabo mediante la constitución de una fundación privada, pues esta fórmula podía llegar a ajustarse, en mayor medida, al perfil del señor Urdangarin".

Urdangarin cambió Nóos por Areté
En junio de 2006 Urdangarin, siguiendo el consejo del asesor de la Casa del Rey, se desvinculó de Nóos pero ya un mes antes había constituido con Torres una nueva fundación denominada Areté. Esta nueva fundación la crearon "sin contar con José Manuel Romero", según sostiene en su comunicado el asesor del Rey.

La misma cosa
Según explica el conde de Fontao en su nota, la fundación Areté "no era sino una reproducción del esquema existente en el Instituto Nóos por lo que se refería a la composición de sus órganos directivos y al establecimiento de sus finalidades", de manera que Romero Moreno "informó al señor Urdangarin de que esta configuración jurídica y orgánica de Areté no era aceptable para la Casa de Su Majestad el Rey". Como consecuencia de esto, se aconsejó a Urdangarin que Areté fuera disuelta "y con tal fin" Romero Moreno "asumió su presidencia durante un mes hasta su extinción.

Solo formar parte del consejo asesor
El letrado reiteró entonces al duque que si pretendía involucrarse en actividades de promoción social del deporte, "ello era solo posible mediante la constitución de una fundación que gozara de plena independencia, tanto por sus finalidades como por la configuración de sus órganos de gobierno o Patronato, el cual debía estar integrado exclusivamente por personas socialmente relevantes y con una marcada independencia. Eso sí, se advirtió de nuevo al duque de que él "no debería formar parte del órgano de gobierno de esta nueva fundación, limitándose, en su caso, a formar parte, junto con otros deportistas de prestigio, de un eventual Consejo asesor".

La Fundación Cultura, Deporte e Integración Social
Esta nueva institución sería la Fundación Cultura, Deporte e Integración Social, constituida en diciembre de 2006 en Barcelona, y a la que se transfirió la dotación fundacional (30.000 euros) de la Fundación Areté. El patronato inicial lo conformaban siete personas, que se reducen a tres (Diego Torres, su esposa, Ana María Teijeiro, y su hermano, Miguel Teijeiro) en 2009.