Un serio problema de estrategia se le presenta a Mariano Rajoy si quiere salir bien parado del affaire de los veintidós millones que, presuntamente, Luis Bárcenas puso en Suiza a buen recaudo, o los también presuntos sobresueldos que habría pagado en negro a altos cargos del PP durante años. Pues, si perjudicial sería para Rajoy  que se confirmara su conocimiento de estos manejos, peor sería quedar como un 'presidente lelo' ante cuyas narices se repartieron sobres con dinero mientras él defendía la honorabilidad del repartidor movido por algo más que preservar su presunción de inocencia.

El careto de los populares es todo un poema
El ambiente en la sede de los populares es todo un poema a juzgar por los caretos de sus prepotentes altos cargos. No hace falta ser buen observador para darse cuenta de que, quienes siempre comparecen ante los medios oliendo a perfume caro, con porte altivo, sonrisas falsas, mentones alzados y cejas ceñudas que expresan el desdén que sienten al creerse por encima del bien y el mal, parecen ahora una legión zombis cabizbajos y circunspectos que con meditabundos gestos ponen en evidencia la desazón que sienten en sus entrañas.

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