La expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y su exconsejero Alberto López Viejo. EFE/Archivo La expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y su exconsejero Alberto López Viejo. EFE/Archivo



El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que instruye el ‘caso Gürtel’ sigue tras los rastros del exconsejero de la Comunidad de Madrid y exdiputado regional, Alberto López Viejo. Quien fuera uno de los hombres de máxima confianza de Esperanza Aguirre, responsable de la organización de sus actos y consejero de presidencia, está acusado de adjudicaciones ‘a dedo’ a las empresas de la ‘trama Gürtel’ por un valor que puede superar los cuatro millones de euros, y de cobrar por ello suculentas comisiones.

Una responsable económica confirma la operativa de Presidencia
Ruz ha interrogado en diciembre a técnicos de la Comunidad de Madrid que han coincidido en responsabilizar a López Viejo de las adjudicaciones irregulares. Lourdes Barreda, actualmente en la Consejería de Empleo y Mujer y en la época que operaba la trama Gürtel subsecretaria de Gestión Económica Presupuestaria y de Análisis de la Gestión de la Consejería de Empleo y Mujer de la Comunidad, declaró ante el juez, según 'El País': “Nos venía la factura dada de Sol –donde se encuentra la consejería de Presidencia- y no participábamos. Me la ponían en un sobre encima de la mesa con un post-it que decía: “Tramítese”. Esa era toda la información que tenía”.

López Viejo y su número dos
Según esta funcionaria, una empleada del cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa, le confirmó que “las personas que estaban detrás de los actos eran de Presidencia, concretamente me nombró a Alberto López Viejo y Pedro Rodríguez Pendás (exasesor del exviceconsejero de Presidencia de la Comunidad López Viejo)”.

Facturas por 12.000 euros
Las facturas que debían tramitar no superaban los 12.000 euros, que es el tope exigido por la Administración para no tener que convocar concurso público.

La despedida de solteros de Ana Aznar y Agag
Alberto López Viejo fue uno de los hombres fuertes del PP regional. En 1999, el entonces alcalde Álvarez del Manzano lo nombró concejal de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental. En 2002 se vio envuelto en una polémica por la despedida de solteros de Ana Aznar y Alejandro Agag en la discoteca Gabana de Madrid, cuando los operarios de limpieza fueron obligados a limpiar de rodilla la acera por la que transitarían los invitados.

Un carácter tiránico
En un mitin de Aznar en Arganda del Rey, expulsó personalmente a un joven que se oponía con gritos a la guerra de Irak. Además, protagonizó otro incidente con los trabajadores de Sintel que estaban desmontando el campamento en la Castellana en el verano de 2001, después de permanecer allí varios meses para protestar por los despedidos de la empresa telefónica. El ex concejal se presentó con una brigada de limpieza y los expulsó de la zona sin mayores miramientos.

Su imagen en la Comunidad de Madrid no era precisamente dulce. Muchos le describían como soberbio, prepotente y despótico. Pero, por otra parte, coincidían en señalar que contaba con la máxima confianza de Aguirre, quien puso en sus manos sus actos institucionales y de campaña electoral. Precisamente por su posición privilegiada, nadie se atrevía a discutir sus métodos de contratación.

Aguirre le dio poder a pesar de su dudosa gestión en el Ayuntamiento
La presidenta madrileña le dio ese voto de confianza a pesar de que la gestión anterior de López Viejo en el Ayuntamiento de Madrid (entre 1999 y 2003) estaba cubierta de más sombras que luces, por su presunta implicación en el caso Guateque, por la tramitación de las licencias de un restaurante abierto en la calle de Ibiza número 41, en zona del Retiro, en la capital, llamado La Hacienda Argentina. Pese a estas sombras de sospechas, Esperanza Aguirre llevó a López Viejo en sus listas electorales de número seis, le hizo viceconsejero de Presidencia y, posteriormente, consejero de Deportes.

Gallardón se negó a investigar su gestión
Los grupos municipales de la oposición (PSOE e IU) denunciaron en repetidas ocasiones que durante su mandato se autorizaron gastos por más de 18 millones de euros, sin que estuvieran suficientemente acreditados, para que las empresas de limpieza hicieran frente a imprevistos. Cuando Ruiz-Gallardón llegó a la alcaldía de la capital modificó varios de los contratos adjudicados por el imputado, pero rechazó investigar su gestión, según datos recogidos del blog Los Genoveses.

López Viejo desembolsó más de un millón de euros para un lujoso chalé
López Viejo desembolsó en 2008, junto a su mujer un millón doscientos mil euros a través de un cheque de Bankinter para pagar un lujoso chalet de 400 metros cuadrados en el barrio madrileño de Arturo Soria. Esto fue un año antes de que estallara la operación Gürtel.

"O haces el acto con esta empresa o no se hace"
López Viejo se encargaba de organizar entre 10 y 15 eventos al mes durante cinco años para Aguirre. El exconsejero obligaba a las distintas consejerías a contratar a las sociedades que él imponía. “O haces el acto con esta empresa o no se hace”, afirmaba, según consta en el sumario del caso Gürtel.

76 contratos en un año a dos empresas de la trama
En los primeros años (desde finales de 2003 a mediados de 2005), dos empresas de la red de Correa, Easy Concept Comunicación, S. L. y Good and Better, S. L., fueron las sociedades más beneficiadas.Sus administradores eran Pablo Crespo -encarcelado por Garzón- e Isabel Jordán. Según consta en una respuesta parlamentaria del Ejecutivo de Aguirre, las dos sociedades obtuvieron 76 contratos entre abril de 2004 y el mismo mes de 2005.

"Veréis cómo nos da más contratos... le he dado lo que quería"
Entre las conversaciones de Pablo Crespo incluidas en el sumario consta una que no deja lugar a dudas sobre la implicación de López Viejo. El número dos de Correa afirmó a sus empleados en una ocasión: “Veréis cómo ahora nos da más contratos. Ya le he dado lo que me pedía y se ha quedado contento”.