En 2012 la crisis ha golpeado con saña. El paro ha subido con fuerza y los parados agotan el subsidio sin perspectivas de encontrar empleo, pero además el Gobierno ha bajado las prestaciones por desempleo a la mitad a partir del sexto mes. La situación para miles de familias españolas es de extrema gravedad y la consecuencia inmediata ha sido un incremento récord de personas que acuden a los Banco de Alimentos y a Cruz Roja a solicitar ayuda. Los datos de los Bancos de Alimentos -galardonados este año con el Príncipe de Asturias- son demoledores.

Un 20% más que en 2011
Según estimaciones del presidente del banco de Alimentos, Antonio Busto, a diversos medios de comunicación, el Banco de Alimentos ha repartido un 20% más de comida que en 2011 y ha alimentado a 1,5 millones de personas frente a los 1,3 millones del año pasado. Récord absoluto desde que esta institución opera en España y que tiene 54 centros repartidos por toda la geografía nacional. Comparando los datos con 2008, han acudido más del doble que personas.

Afortunadamente, récord de donaciones
Los Bancos de Alimentos funcionan gracias a fondos europeos -que reparte el Ministerio de Agricultura- y a donaciones de empresas. Los datos demuestran que los españoles somos solidarios, por encima de la media europea, y cuando la crisis arrecia seguimos siendo solidarios. En 2012 empresas de alimentación y supermercados han duplicado donaciones, lo que ha permitido a la institución atender la elevada demanda de ayuda. Pero hay temor para el futuro.

La UE quiere recortar
El grueso de los fondos de los Bancos de Alimentos llega de la Unión Europea, pero el año que viene (2013) termina el programa europeo y se agota el presupuesto reservado. Bruselas ha comenzado a negociar un nuevo reparto de los fondos sociales, pero no hay acuerdo entre los 27 gobiernos de la Unión y, lo que está claro, es que habrá recorte porque países como Alemania e Inglaterra quieren un recorte drástico del presupuesto comunitario.

La última propuesta que Bruselas tiene encima de la mesa es repartir 2.500 millones de euros para siete años entre los 27 países. España recibe ahora 84 millones de euros para el Banco de Alimentos y con el recorte presupuestario tan solo le corresponderían 24 millones. Antonio Busto asegura que, de materializarse el recorte, en 2014 un millón de personas en España se quedarían sin ayuda del Banco de Alimentos y unos seis millones en toda Europa.