Francisco Marhuenda, exjefe de prensa de Rajoy y que ahora, como director de La Razón sigue empeñado en divulgar las bondades del marianismo, no cree que la muerte de Fraga se merezca el mismo despliegue que la de Carrillo.

Portada de 'La Razón' del pasado 17 de enero, tras el fallecimiento de Manuel Fraga, y la de este miércoles en la que no han recogido la muerte de Santiago Carrillo



Eso sí, Marhuenda le dedica uno de sus 'Puntazos'. Tras reconocer su contribución a la Transición - ¡cómo no! siempre hay que parecer 'ecuánime'-, subrayan que "no han de olvidarse los episodios menos ejemplares de quien nunca aceptó que la reconciliación entre los españoles abolía su división entre vencedores y vencidos".

Para glosar su figura, Marhuenda ha elegido al pseudohistoriador César Vidal quien lo define como "el hombre que destruyó el partido comunista".

Vidal, conocido revisionista obsesionado por demostrar que la Guerra Civil la inició la izquierda, no ve necesario hablar de reconciliación ni de su imprescindible papel en la construcción democrática. Le parece más interesante hablar de él como un fracasado convertido en los últimos años "en un fantasma, contertulio de radios y engañador en memorias, que, en la época de ZP, llegó a soñar con contemplar rediviva la revolución que había fracasado en los años treinta aunque eso significara aliarse expresamente con el islam como fuerza revolucionaria contra el capitalismo".

De lo de Paracuellos no habla. ¿Para qué? Ya se encarga de hacerlo el subdirector del periódico, Alfredo Semprum quien insiste en subrayar que él era el responsable de Orden Público cuando se produjo la matanza. "Carrillo siempre negó su responsabilidad. Pero él, y sus soviéticos consejeros, eran los que estaban al mando", concluye.

Tras la muerte de Fraga, Alfonso Ussía publicó también en La Razón: "A Fraga le niegan los intolerantes lo que tanto aplauden a Carrillo. Y Fraga no asesinó o mandó asesinar a nadie”. Para contestarle, nada mejor que las palabras que en su momento le dirigió José María Izquierdo en su blog: "Quizá, don Alfonso, hubiera sido mejor callarse estas cosas de las ejecuciones, porque la firma de Fraga aparece en no pocas referencias de Consejos de ministros con Franco –sí, claro, con Franco- en las que se decidieron numerosas condenas a muerte. Y como no tienen memoria, que al parecer es exclusiva de los estalinistas, deberemos recordar a Julián Grimau, su fusilamiento y las declaraciones públicas de don Manuel. Por lo de la amnesia".

ABC sí lleva el obituario a la portada pero, sin foto, y lo presenta como el "último símbolo de las sombras comunistas". Y añade: "Su papel en la Transición estuvo empañado por su participación en la matanza de Paracuellos". En este caso, la comparativa también resulta significativa ya que sólo relaciona el franquismo con Fraga para señalarle como un "emblema del ‘aperturismo’ en la etapa final del régimen".



Portada de ABC del pasado 17 de enero con la muerte de Fraga a toda plana y la de este miércoles, en la que recogen el fallecimiento de Carrillo en un breve
Para El Mundo, que sí destaca ampliamente la noticia en portada, Carrillo fue el hombre de las dos caras, la de su contribución a la Transición y la "terrible de su pasado estalinista y de su implicación en los crímenes de Paracuellos".

La Gaceta también incluye un pequeño destacado en portada en el que recuerda que "los fusilamientos en 1936 y las purgas en el PCE" son las "sombras en su biografía". En la comparativa, Carrillo sale perdiendo con respecto al que fue su amigo a pesar del abismo ideológico que los separaba.

Portada de La Gaceta del pasado 17 de enero y la de hoy miércoles, 19 de septiembre