Con este escenario, hay poco margen para el optimismo. Por eso, los dirigentes nacionalistas están trabajando en varias hipótesis para el día después. No son optimistas en la cúpula de CiU. Más bien al contrario, a pesar que en la reunión se hablará del Pacto Fiscal sí, pero también del rescate y del anticipo necesario para afrontar los pagos de septiembre.

Elecciones anticipadas
Ante estas malas perspectivas, tanto en Convergència como en Unió analizan diferentes posibilidades. La más llamativa tratada en la ejecutiva democristiana la pasada semana. Si la reunión con Rajoy va mal, Mas podría convocar elecciones anticipadas de forma inmediata. La fecha, el próximo mes de noviembre. De esta forma, alejan el fantasma de un referéndum que se puede perder, sobre todo, después de que los socialistas se posicionen claramente contra la independencia. El no comienza a articularse en torno a socialistas, populares y ciutadans. Saben en la sede de CiU, que las salidas de tono de Maragall y otros dirigentes no tienen eco en la militancia ni en el electorado socialista.

El orden lógico
Hasta ahora CiU siempre había hablado de referéndum y después elecciones. Ese era su orden lógico para iniciar la transición nacional. Ahora, las cosas están cambiando. El no se articula, en Madrid Mas está siendo recibido con frialdad y el empresariado catalán tiene los pelos de punta por la deriva nacionalista.

Sin riesgos
Con este escenario, los nacionalistas prefieren no asumir riesgos innecesarios. Prefieren garantizarse la victoria de las fuerzas nacionalistas en unas elecciones configurando un Parlament favorable a la independencia con CiU y ERC como puntas de lanza. Este es el objetivo a conseguir cambiando el paso de elecciones y referéndum.

Reforzar a CiU
Además, CiU considera que la gestión del camino hacia la independencia será compleja, lenta y llena de problemas. Eso puede agrietar el liderazgo de Mas y el apoyo electoral a CiU, que podría traducirse en un fuerte aumento de los independentistas que ven con malos ojos la actitud de Mas de dar un paso adelante y otro atrás. Convocar las elecciones de forma inmediata daría a CiU un plus que le permitiría superar también el posible desgaste consecuencia de los recortes en sanidad, educación y servicios sociales.

La debilidad de Rajoy
CiU trata de enfriar el ambiente pero el fuego está encendido y todos tratan de avivarlo. La marcha de Esperanza Aguirre en Madrid no ayuda porque aumenta la debilidad de Rajoy, cada día más sólo, y puede dar alas al sector duro del PP harto de la blanda actitud del presidente hacia los nacionalistas. Rajoy sigue sin hablar y trata de no quemarse. Sabe que en la manifestación del día 11 no sólo había radicales. Había mucha gente harta de la situación. Se ha dado cuenta que no es una algarabía, sino un problema. Y enfrentarse a los problemas no es su punto fuerte. Quizás, por eso, Mas le puede poner encima de la mesa una convocatoria electoral inmediata. Si las elecciones se quieren hacer en noviembre, el presidente catalán las tiene que anunciar a lo sumo la próxima semana. Trata así, Artur Mas, de hacer reaccionar a Rajoy y de seguir liderando el movimiento nacionalista. Tiene su apoyo pero no es un cheque en blanco.