Dos días antes de que Ángela Merkel visite Madrid, el periódico econcónomico alemán Handelsbatt publica una entrevistya del ministro de Economía, Luis de Guindos, en la que por primera vez no descarta que el Gobierno de España pida un rescate total, sumándose así a la lista de Grecia, Irlanda y Portugal. "El rescate sería una opción, bajo condiciones aceptables", dice textualmente. El diario alemán le dedica un titular con puya incluída: "el ministro español flirtea con el rescate".

De Guindos pasa así de negar rotundamente que España fuera a pedir un rescate a prácticamente anunciarlo, dado que en la misma entrevista añade que es necesario que "se clarifiquen la condiciones" de dicho rescate. La enésima rectificación del Gobierno en este tema es humillante porque el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, negaba antes del verano con vehemencia y casi con indignación, que fuera a pedir el rescate. Ni siquiera reconoció que el rescate a los bancos de 100.000 millones de euros fuera un rescate y lo definió como "ayuda financiera" en condiciones muy ventajosas para España. La semana pasada los empresarios españoles lo dijeron públicamente: pedir el rescate supondrá un "estigma" para España. También una humillación.

Draghi anuncia compra de deuda
Mientras tanto Mario Draghi, Presidente del Banco Central Europeo (BCE) sigue su particular pulso con el Banco Central de Alemania. Draghi ha dicho en las últimas horas que el BCE comprará deuda española e italiana, lo que ha aliviado la presión sobre la prima de riesgo de nuestro país que esta mañana ha bajado 18 puntos pero que sigue por encima de los 500, niveles absolutamente inasumibles y que arruinan el futuro a corto plazo del país. Los alemanes se oponen a que el BCE compre deuda de países con problemas porque creen que cada país debe solucionar sus problemas y que la única función del BCE es vigilar la inflación. No puede haber moneda común sin una política económica, fiscal y bancaria común, eso lo reconocen todos los gobiernos, pero esa unión va para muy largo.

Draghi ha dicho también que la compra de deuda española implicará más condiciones (recortes) al Gobierno español. El rescate "a la griega" de España se retrasa y la axfisia financiera es ya insostenible con Cataluña, Valencia, Murcia y Andalucia solicitando liquidez a Madrid para afrontar pagos. O Rajoy y Merkel pactan una "solución puente" hasta que el Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera esté listo para rescatar a España o todo se pondrá mucho peor de lo que nos podemos imaginar.