La juez Wenche Elizabeth Arntzen ha iniciado la lectura de la sentencia que condena por “actos terroristas” al ultraderechista Breivik, de 33 años, que conmocionó a Noruega el año pasado por el atentado en el centro de Oslo, donde detonó un coche bomba, y la posterior matanza en la isla de Utoya.

De facto, una cadena perpetua
Breivik regresará a la prisión de Ila, en las afueras de Oslo, donde fue internado tras ser detenido el 22 de julio de 2011 en Utoya. La sentencia establece que la reclusión del asesino puede prorrogarse de manera indefinida por periodos de cinco años que equivaldrían a una cadena perpetua, si sigue siendo considerado peligroso. Breivik declaró durante el juicio que su objetivo era matar a todas las personas presentes en Utoya, que volvería a hacerlo, y que no se arrepiente de nada.