Órdago de Montoro

La excusa para esta primera gran batalla entre ministros ha sido la prometida reforma energética que tiene como fin reducir el denominado déficit de tarifa, o lo que es lo mismo, la diferencia entre lo que el Gobierno reconoce como coste de la generación de electricidad y lo que después cobran en realidad las eléctricas a través de las tarifas reguladas, a las que están acogidos casi diez millones de hogares en España. Según fuentes consultadas por ELPLURAL.COM, lo que aparece como una discrepancia entre los ministros de Industria y Hacienda sobre cómo llevar a cabo la reforma, no es otra cosa que un auténtico órdago lanzado por Cristóbal Montoro para probar sus fuerzas dentro del Ejecutivo de Rajoy.


Cocinado fuera

Las propias compañías eléctricas recibieron en julio el aviso, a través de medios gubernamentales, de que la reforma sería aprobada antes del inicio de las vacaciones de agosto. El sector lo dio por hecho, pero después Montoro paró un decreto-ley en cuya redacción no había intervenido y que había sido cocinado por la Oficina Económica de Moncloa para José Manuel Soria. Ni siquiera los técnicos del Ministerio de Industria llegaron a conocer en detalle el proyecto de norma que finalmente fue postergado por Mariano Rajoy a petición de una parte del partido que pedía y pide una mejor evaluación del impacto político que tendría la reforma.


Desgaste ministerial

Cristóbal Montoro sabe que tiene en su mano la fuerza que le da el haber sido nombrado ministro en agradecimiento al apoyo que siempre dio a Mariano Rajoy cuando el actual presidente del Gobierno vivió sus particulares batallas contra destacados miembros del PP, como Esperanza Aguirre, que querían apartarlo de la carrera hacia La Moncloa. Sin embargo, la dureza de la crisis, la batería de medidas adoptadas y, sobre todo, la descoordinación manifiesta entre Montoro y el titular de Economía, Luis de Guindos, han hecho que numerosos observadores, dentro y fuera del PP, den por amortizado al ministro de Hacienda en cuanto Rajoy vea la oportunidad para hacer un cambio de Gobierno.


Reto a Nadal

Ante esta situación, Montoro se ha hecho fuerte, ha tirado de amigos y contactos en el partido y ha echado un auténtico órdago no sólo a José Manuel Soria, quien goza de muy poco afecto entre los empresarios y no mucho más en el aparato del PP, sino al mismísimo Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica de Moncloa, principal asesor de Rajoy, que le ha puenteado en numerosas ocasiones con motivo de anuncios de reformas del presidente del Gobierno, así como con normas preparadas a medias con Luis de Guindos. De momento, Rajoy mira para otro lado y ha vuelto a poner en práctica su vieja táctica de esperar a ver qué pasa. Eso le viene bien a Montoro, que ha hecho suya la idea de que hay cosas más importantes que arreglar en España y que la reforma energética de Soria puede esperar en el cajón algún tiempo más.


Tasa de ida y vuelta

Técnicamente, lo que propone el ministro de Industria es crear una nueva tasa que gravaría la producción de electricidad en todas sus formas (desde hidráulica a nuclear, pasando por renovables) y que sería calculada teniendo en cuenta la cantidad de energía vendida y el precio al que son capaces de generarla las compañías eléctricas. Con esta fórmula, toda la generación pagaría algo, pero tendrían mayor carga las energías como la solar cuyo coste de producción es muy elevado y recibe a cambio unas subvenciones (primas) que son las culpables de una parte importante del famoso déficit de tarifa. Soria cree que con este método podría recaudar algo más de 4.000 millones de euros al año con los que podría mantener las primas sin general más déficit.


Tarifazo mas IVA

Montoro responde que el único Ministerio que puede crear tasas es el de Hacienda y que si Soria quiere reducir el déficit de tarifa, la solución es tan sencilla como reducir las primas a las energías renovables, cosa que ha sido autorizada por el Tribunal Supremo. Las compañías eléctricas con intereses en renovables y los cientos de inversores que han entrado en la energía solar recuerdan que España ya tiene un pleito internacional abierto por las reducciones de las primas decididas con carácter retroactivo por el Gobierno de Zapatero y añaden que cualquiera de las dos soluciones provocaría una subida de tarifas eléctricas que se sumaría al nuevo IVA.


La ley de Rajoy

De momento, parece que es Montoro quien va ganando la batalla, ya que Rajoy ha decidido no asumir más costes políticos a corto plazo. Además, el titular de Hacienda cree que si España se ve abocada finalmente a pedir a Europa que eche una mano para bajar el precio de la deuda, el coste lo asumirá su compañero De Guindos, lo que le reforzará aún más en el puesto. A pesar de que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría considere “normales” las discrepancias de Montoro y Soria, la verdad es que en el PP no las ven con buenos ojos, aunque nadie se atreva a decirlo en alto. Rajoy, una vez más, impone su ley aunque ello desprestigie al propio Gobierno.