Millones de españoles decidieron que Rajoy y el Partido Popular nos sacasen de esta crisis. Hay quien lo hizo porque no conoce otra papeleta, otros por convicción política, otros porque pensaban que la derecha nos sacaría de la crisis, porque son gente que sabe manejar dinero y lo harían bien, otros por inercia o desinformación y también los hay que votaron por golfería, por interés personal porque estaban en la trama Gürtel o porque les hubiese gustado estar.

¿Todas estas personas van a seguir votando a la derecha española?

Entiendo que deberían votarles  aquellos que lo hacen por convicción: porque piensan que es mejor una sanidad privada en donde no se mezcle la clase media con el populacho, unos buenos colegios concertados en donde la iglesia siga chupando fondos del estado y unos abuelos que ya no puedan ir a residencias de la seguridad social: los pobres en casa y los ricos a las privadas. Un estado que no sirva para proteger a los más desvalidos sino para rescatar bancos que se han fundido el dinero de mala manera. Esos son los de las convicciones, pero si piensan así pues harán muy bien de seguir votando al Partido Popular.

El resto creo que tiene bastante argumentos para dejar de dar su papeleta al PP. Y si no que se lo pregunten a los funcionarios, a los parados, a los profesores, a los currantes perseguidos por hacienda, a los afectados por la ley de dependencia  y próximamente a jubilados y viudas.

A estos últimos espero encontrármelos en las próximas manifestaciones, como hacen los “yayoflautas” catalanes. ¡Ha llegado la hora de los maduritos! ¡Todos a la calle! Con pitos y flautas a recordarle a Rajoy que hace cuatro días pregonaba que no les iba a tocar sus pensiones que en la mayoría de los casos dan solo para mal vivir.

Tenemos que inundar las calles de España gritando y pitando lo suficientemente alto  para dejarlos sordos, para que sepan que son mentirosos, que han perdido la vergüenza y la palabra.

Y a partir de ahora, a pesar de que la mayoría de los medios de comunicación están en sus manos, que sepan los  votantes del Partido Popular que  aquel que los siga votando es tan sinvergüenza como ellos, que está colaborando a que los ciudadanos españoles seamos cada día más pobres, más incultos y con menos derechos democráticos.

Y si hay algún  votante del PP que no sepa a quién votar, que vaya aprendiendo que se puede hacer a otro partido o se puede votar en blanco. Si inundásemos las urnas de una marea de votos blancos nuestros representantes se enterarían de una vez que están ahí para representarnos no para chuparnos la sangre como vulgares sanguijuelas.

Que tienen que estar a nuestro servicio, no al suyo. Que los derechos están de nuestra parte y que somos nosotros quienes voto a voto podemos sentarlos en el Congreso de los Diputados o del Ayuntamiento de turno o los podemos enviar al sofá de su casa.

Deberíamos estar atentos a la denuncia que ha hecho Equo  (Partido ecologista) de las golferías del Ayuntamiento de Madrid. Mientras la alcaldesa Ana Botella amenaza con despedir a trabajadores de dicha institución, el citado partido denuncia que hay 162 puestos  que están cubiertos por eventuales de libre designacióncon un coste de más de siete millones de euros. La mayoría de estos puestos recaen en familiares, amigos o militantes de confianza. Mientras tanto, cientos de interinos están siendo despedidos en Castilla-La Mancha vía internet, o sea cobardemente, sin dar la cara. Los sindicatos han acusado a Cospedal de ocultar la supresión de 800 empleos.

Quizás este par de señoras tendrían que estar en la lista de irse al sofá su casa en lugar de estar cobrando del erario, o sea de lo que pagamos usted y yo, para llevar a cabo este tipo de golferías.

Mientras tanto, todos a la calle con los abuelos y las viudas incluidas……….

Mercè Rivas Torres es periodista y escritora