La Generalitat después de pedir el rescate del estado sigue sufriendo una fuerte crisis de tesorería. Por eso, ha tomado esta decisión y no pagará alrededor de 400 millones de euros correspondientes al mes de julio. La consecuencia inmediata puede ser la no percepción de las nóminas por parte de miles de empleados de servicios sociales, un sector con empresas de pequeño tamaño. En Cataluña, estos servicios los prestan alrededor de 7.500 asociaciones o empresas con alrededor de 100.000 trabajadores a su cargo. Algunos hospitales, públicos y concertados, también pueden verse afectados en el pago de las nóminas del mes de agosto.

El desasosiego y la desazón reinan en el sector. Después de negar varias veces esta situación, la Generalitat ha anunciado el impago justo a final de mes cuando las empresas deben hacer frente al pago de las nóminas. Hay que recordar que estos sectores se han visto reiteradamente afectados por recortes y por retrasos en el abono de los servicios concertados. Algunas fuentes temen que esta situación se prolongue y que el impago pueda ir más allá del mes de julio. “Nos han dicho que podremos cobrar en octubre. Esto es todo un desastre”, afirman. “Nosotros todavía podemos seguir pagando las nóminas pero otros tendrán que cerrar. No podrán aguantar”, añaden. Como muestra un botón. Los centros educativos concertados se quedarán sin parte del concierto destinado al mantenimiento y gastos corrientes. Esto incluye al personal no docente como conserjes o administrativos. Estos centros no cobran desde el mes de mayo. Los profesores sí cobrarán porque los paga directamente la Generalitat.

Muchos de estos centros recurrirán al retraso en el pago a proveedores lo que será de nuevo el inicio de una espiral de impagos que pone en jaque a numerosas pequeñas y medianas empresas y también a autónomos. “Los bancos no nos dan dinero porque lo que no nos queda otra opción que la de dejar de pagar”, afirman empresarios del sector. “No podemos pedirles a los trabajadores que dejen de ser trabajadores para convertirse en ONG’s al dejar de pagarles las nóminas”.

*Toni Bolaño es periodista y analista político