Se están cumpliendo pronósticos de economistas españoles, como la agencia Intermoney, o como los de prestigiosos economistas internacionales: el rescate a la banca española hundirá aún más la posibilidad de España de financiarse fuera. Eso es lo que mide la “prima de riesgo”, la diferencia entre lo que le cuesta al Estado español financiarse fuera respecto a lo que le cuesta a Alemania. La prima de riesgo ha llegado a los 510 puntos básicos y se han encendido todas las alarmas.

Por qué se ha disparado
La confirmación desde Bruselas y desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) de que es el Estado español el que tendrá que devolver el préstamo multimillonario y no los bancos, ha espantado a los inversores. La razón principal es que el coste de devolver esa “línea de crédito” de 100.000 millones de euros, aumentará el déficit de España y por tanto los ciudadanos españoles tendremos que someternos a más sacrificios.

Con más recortes, sin inversiones, sin gasto público y sin políticas de crecimiento todos los inversores saben que España no generará ingresos, y si no genera ingresos ¿Cómo va a pagar el crédito?. Esa pregunta, aún sin respuesta, ha llevado a los inversores de nuevo a desconfiar de España y a no querer comprar letras y bonos del Tesoro español.

El papel del BCE
De forma inmediata solo puede hacer bajar la “prima” un nuevo “manguerazo” de dinero del Banco Central Europeo (BCE), pero de momento su presidente, Mario Draghi se niega. Algunos medios de comunicación europeos afirman que Draghi se reserva el “manguerazo” para la convulsión que pueda venir tras las elecciones griegas, dado que los sondeos apuntan a una victoria del partido izquierdista que se niega a aplicar más recortes.

Subida de la Bolsa
La avalancha de órdenes de compra de acciones que hubo a primera hora de la mañana provocó que muchos valores iniciaran con retraso sus cotizaciones. Tan solo 15 minutos después de la apertura del parquet Bankia, por ejemplo, subía un 18% y el resto de bancos también subían con fuerza. El resto de bolsas europeas también abrieron con subidas, aunque no tan fuertes.