Para apoyar su tesis, el jefe del Estado ha destacado que las cuentas públicas están hoy "mucho más saneadas que hace un año", la balanza con el exterior, "más equilibrada", a lo que se une que el país empieza a "recuperar la competitividad perdida".

Lapsus del monarca
Según explica Europa Press, el monarca tuvo un lapsus al leer el discurso y, en vez de decir que el "tratamiento" al que se está sometiendo España para salir de la crisis es "absolutamente necesario para recuperar la salud perdida y retomar la senda del crecimiento", añadió un "no", que invirtió totalmente el sentido de la frase.

Solidaridad europea
El Rey hizo hincapié en la "solidaridad" de Europa "para hacer soportables las cargas financieras que hoy abruman" a algunos países miembros, entre ellos España. "Sin solidaridad es posible que el proyecto económico europeo pueda sobrevivir; lo que no podrá sobrevivir será el proyecto económico europeo", advirtió.

Defensa de la moneda única
"La zona euro en su conjunto tiene sus cuentas con el exterior y sus cuentas públicas más equilibradas que otras áreas monetarias del mundo". "Sin embargo, los inversores desertan de nuestras playas para refugiarse en otras cosas" porque dudan de la voluntad de los europeos "de seguir juntos" defendiendo la moneda común, explicó.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, junto al rey de España, Juan Carlos I (d), durante la ceremonia de bienvenida, en el Palacio de La Moneda, en Santiago de Chile. EFE



Chile, un país serio, no como otros...
En su discurso, además, aprovechó para lanzar una regañina encubierta a Argentina al destacar a Chile como un país serio que cumple con sus compromisos. En presencia de los directivos de veinte empresas españolas que le acompañan en el viaje, animó a aprovechar oportunidades en energía renovable y turismo para ampliar la importante presencia empresarial española en Chile y elogió a este país por su seguridad jurídica, frente a aquellos "en los que reina la arbitrariedad".

En su bienvenida, Piñera recalcó que Chile aprecia y recibe " con los brazos abiertos" las inversiones españolas, garantiza a los empresarios que es un país que cumple sus compromisos y respeta las leyes y el Estado de Derecho y que desea ofrecerse a España como plataforma para otros proyectos económicos en América Latina.