El archivo de la denuncia ha sido acordado por el teniente fiscal del Tribunal Supremo, número dos de la Fiscalía, Juan José Martín Casallo, que ha estimado que los hechos denunciados por Gómez Benítez no son constitutivos de delito, según ha informado el Ministerio Público. Curiosamente, el fiscal no ha certificado que los viajes de Dívar fueran oficiales -de hecho ni siquiera lo ha investigado- y asegura que el denunciado no pretendía lucrarse con sus viajes.

Negativa del secretario
El fiscal pidió al secretario general del Consejo, Celso Rodríguez Padrón, un certificado de que los viajes de Dívar eran oficiales, pero él se negó a ello porque aseguró que nunca estuvo allí y no tenía constancia de que fueran viajes institucionales.

Sin investigación
Martín Casallo ni siquiera ha llevado a cabo una investigación de los viajes de Dívar porque según las normas del CGPJ no hay que especificar los motivos que los promueven cuando se presentan los gastos. Se da por hecho que es un viaje oficial por el simple hecho de que el consejo lo haya pagado íntegro.

El favorito de Dívar
La excusa para archivar el caso la ha encontrado el fiscal en un escrito que realizó el jefe de Gabinete de Dívar, Eduardo Menéndez, después de que el secretario general del CGPJ se negase a certificar el carácter oficial de los viajes. Según este texto, fechado el 18 de mayo, algunos viajes de Dívar pueden tener carácter reservado, como si fuera un agente secreto, y no conviene que se hagan públicos.  Curiosamente, hace dos plenos del Consejo, el propio Menéndez fue propuesto por Dívar para  magistrado del Tribunal Supremo. Su propuesta no consiguió la mayoría necesaria.

20 viajes
El vocal  José Manuel Gómez Benítez afirmaba en su denuncia que Dívar cargó casi 13.000 euros al CGPJ por los gastos personales en los que incurrió durante una veintena de viajes privados a Marbella en fin de semana durante los últimos tres años, con estancias en un hotel de lujo en Puerto Banús, incluidas.

Alojamiento en un hotel de lujo, guardaespaldas, viaje en Barco...
La denuncia hace referencia, además, a los gastos de desplazamiento, alojamiento y manutención de los escoltas del presidente del Consejo General del Poder Judicial (entre cinco y siete agentes), por los referidos viajes, que ascendieron a 26.741,85 euros. Los viajes descritos tuvieron una duración de al menos cuatro días, es decir, fines de semana que suelen empezar en jueves y terminan en martes, lo que en el Consejo se conoce como “semana caribeña”.

Cenas de lujo
Los gastos descritos por el vocal incluían conceptos como alojamiento en un hotel de gran lujo en Puerto Banús, cena para dos, comidas en el restaurante de la piscina, en la habitación, así como las bebidas en el bar de la piscina, en el bar del hotel y las consumiciones del minibar traslado en barco a Ceuta y el uso de un Mercedes 500.

Camino del "escarnio"
Desde sectores jurídicos ya se había especulado la semana pasada con la posibilidad de que la denuncia se archivase, lo que estaba generando un fuerte malestar, como desveló ELPLURAL.COM. Incluso algunos vocales del Consejo llegaron a asegurar que si se llegaba a este extremo, Dívar tendría que dimitir "o vamos a pasar del hazmerreír al escarnio".

La "miseria"
La asociación Jueces por la Democracia publicó un comunicado en el que mostraba su "preocupación" por los hechos de los que se acusaba al presidente del CGPJ y se pedía a Dívar que diera "explicaciones", pero "evitando manifestaciones reveladoras de escasa sensibilidad con la situación económica que padece gran parte de la ciudadanía". La asociación progresista hacía así alusión a las palabras de Dívar, que calificó la presunta cantidad malversada de "miseria".

Solecito, pescaíto frito y una rebequita para las noches
La denuncia contra el presidente del Tribunal Supremo recogida por los medios durante los últimos días ha provocado polémica, malestar, especialmente entre los miembros del Consejo General del Poder Judicial y algunas elucubraciones, como las de Boris Izaguirre, este fin de semana en El País, de las que ELPLURAL.COM se hizo eco. “Durante el día un poquito de leyes y papeleos. En la tarde solecito y pescaíto frío, y en la noche, ¡ay, en la noche…una rebequita para cubrir las espaldas", escribió Izaguirre sobre los viajes de Dívar.