El castigo de los inversores y analistas internacionales a la segunda reforma financiera de Rajoy no puede ser peor: la prima de riesgo alcanzó  hoy los 492 puntos básicos. lo que supone una subida de golpe de 30 puntos respecto al pasado viernes, cuando el ministro de Economía, Luis de Guindos, presentó la reforma financiera. Para situarnos en el contexto, durante el Gobierno Zapatero la diferencia máxima entre la rentabilidad del bono alemán y el español fue de 465 puntos básicos, nivel al que se llegó el 22 de noviembre de 2011, nada más celebrarse las elecciones generales. En la crisis de agosto de 2011 la "prima" se situó por encima de la barrera psicológica de 450 puntos básicos, lo que llevó a los medios de comunicación a hablar del entorno de los 500 puntos que en realidad no llegaron a alcanzarse.

Desde el Gobierno se pone énfasis en que esta situación obedece a la creencia, cada día más extendida, de que Grecia se saldrá del euro pero no es el único motivo. La realidad es que la intervención de Bankia y la segunda reforma financiera del PP han puesto sobre la mesa las enormes deudas de los bancos españoles. Lo que piensan los mercados es que el sistema financiero español está quebrado y el Estado no tiene dinero para financiarse. El remate fueron las declaraciones del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el mitin con el que cerró el Congreso del PP vasco, en su intento de culpar al PSOE de no haber hecho la reforma financiera a tiempo (Zapatero hizo dos), certificó públicamente la quiebra de los bancos españoles. La consecuencia es que hoy España paga más de un 6% de intereses por financiarse y en conjunto pagamos un 13% más que hace un año.

Las "reformas" de Rajoy un fiasco
Para el Gobierno del Partido Popular la lectura es demoledora. Primero dijeron que nada más que llegaran al Gobierno la situación mejoraría y se recuperaría la credibilidad de España. Siete meses después de ganar las elecciones y seis meses después del primer Consejo de Ministros, la situación no ha hecho más que empeorar y no le pueden echar toda la culpa a Grecia, al PSOE o al gobernador del Banco de España. Los mercados y los inversores internacionales quieren hechos y no palabras. Lo hemos contado desde ELPLURAL.COM en varias ocasiones: la decisión del PP de retrasar los Presupuestos hasta después de las elecciones andaluzas, la decisión de Rajoy de anunciar unilateralmente en Bruselas que no cumpliría con el déficit y la eleboración de unos Presupuestos de los que nadie se cree ni las cifras de ingresos ni las de gastos, encendió la mecha.

Y la pólvora la ha puesto también el propio Gobierno. La gestión de la crisis de Bankia ha sido desastrosa y con la segunda reforma financiera lo que ha dicho alto y claro el Ejecutivo a todo el mundo mundial es que todos los bancos españoles están quebrados. Consecuencia, nadie se cree que España pueda rescatar a sus bancos en solitario.

Tambores de intervención
Hace una semana que en toda la prensa internacional, incluídas las "biblias neocon", hablan ya de la intervención de España. Eso significa que el Parlamento y el Gobierno español dejan de tener autonomía para  dirigir el país y en su lugar lo harán tecnócratas del Fondo Monetario Internacional y Bruselas. Nunca la prima de riesgo ha estado tan alta como hoy y el problema de fondo es que llevamos un mes por encima de los 400 puntos básicos. La bolsa se vuelve a hundir, pierde casi un 3% y está en el límite de los 6.800 puntos básicos. Si la bolsa baja de los 6.800 puntos y la prima de riesgo continúa así, habrá intervención. El Gobierno debe dar la cara y el presidente del Gobierno debe ir al Parlamento para explicar qué piensa hacer para atajar esta situación. El Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, ha dibujado ya un calendario tenebroso: primero Grecia se sale del Euro, en segundo lugar España es intervenida y por último desaparece el Euro.