No paran de exigir un cambio global y amenazan a las personas decentes con nuevas manifestaciones populares y no violentas para seguir defendiendo al gentío… Lo único que pretenden es subirse a las barbas de los que tenemos el don de dirigir el rebaño por el sitio que nos conviene. Los borregos deben bailar al ritmo que se les marque por su propio bien. Y a las ovejas negras o descarriadas debemos reprimirlas con la legalidad de un nuevo orden en la mano.

Simple terrorismo contra la gente respetable y las buenas costumbres… El 15 de mayo de 2011 fue una desgracia que no queremos que prospere. Millones de personas se apuntaron a un proceso de cambio. Pero sepan ustedes que la justicia y la solidaridad representan la blasfemia, la rebelión. No, no quieren ser mercancía en las garras de los más sacrificados políticos y de los pobres banqueros…

La ganadería se subleva y cree que la democracia actual agoniza. Nada más alejado de la realidad como se puede ver. Qué sería de una manada de inconscientes si no hubiera unos tipos superiores dirigiendo la nave por el camino que nos indica el incorrupto dedo de la tradición… El camino ideológico, por muy ilógico que sea, del buen gobierno.

¡Ya está bien! A los poderosos no nos da la gana asumir el mensaje subversivo de una pandilla de chiquilicuatres. Pese a las crecientes movilizaciones de malestar, nosotros, los mandamases, seguiremos sacándole partido al invento de la recesión para expoliar la riqueza común. Como Dios manda. El interés del país y los intereses generales ordenan, ordeñan y deben prevalecer por encima de todo.

La democracia no está cancelada. Otra cosa es que gobiernen el poder del dinero y las fechorías legales en el poder. Normal. Así que piensan tomar las calles nuevamente… Vale, vale. Gritaremos “¡Privilegiados del mundo, uníos!” Cogeremos nuestras guitarras y cantaremos “Unidos en la lucha, no nos moverán”… Que lo sepan los del movimiento 15M y los ejemplares afines a esa causa.

Por cierto, algunos ingobernables celebran la victoria del candidato socialista francés, François Hollande, porque, dicen, trae “cambio y esperanza”. ¿La política económica en la UE empezará a cambiar? No lo quiera el cielo. La medicina progresista para salir del agujero de la crisis apuesta por mantener el Estado de Bienestar… ¡Qué horror! Ya ven. Los franceses se sacuden las malas pulgas rebelándose contra el autoritarismo de la austeridad, y nuestra diosa alemana se hunde en las elecciones regionales del norte… Ovejas negras o descarriadas. No, nos moverán.

El Gobierno de Rajoy, eso sí, ha hecho mucho en muy poco tiempo con un pico y una pala: el creciente desguace de los servicios públicos y de la ciudadanía. Naturalmente, la nueva Junta andaluza será un problema para la economía y la imagen del país, ya que, como bien se sabe, resistir al recorte de derechos es un asunto feísimo.

Es sabido que en el burocrático mundo de los papeles es completamente lógico que los inmigrantes sin papeles no tengan cobertura sanitaria. Lo coherente es que sea ilegal salvar la vida de unos ilegales. Por supuesto, los sindicatos caerán. Son un estorbo. Basta con la provocadora reforma laboral para defender a los desarmados trabajadores. Bienaventurados los sumisos, pues ellos  recibirán cacahuetes por su bendita actitud. Lo demás es de irresponsables.

Todos los recortes que crucifican al personal son cristianos, católicos, apostólicos y romanos… La Iglesia, los jefes de la recesión y los ángeles de la guarda del sistema pretendemos que la parroquia comulgue con ruedas de molino. Genovesas, claro. El huésped de La Moncloa, don Mariano Rajoy, el rey del pollo frito en “tupers” por razones de austeridad cuando sale de excursión con la mochila, está obteniendo un gran prestigio internacional con su birrete ganado en una feria.

El PSOE cobra aliento aunque sólo recorta una leve distancia con el PP, según el último barómetro del CIS. El Ejecutivo de Griñán e IU, Pérez Rubalcaba y Hollande quieren demostrarnos que moviéndose por la izquierda hay otra salida para superar la crisis. Y el presidente andaluz denuncia que la reforma laboral es el “mejor medio para reducir plantillas a bajo coste”. ¿Y qué? ¡Ya está bien! Más ovejas descarriadas…

Marc Llorente es periodista y crítico de espectáculos