El tecnocapitalismo, en palabras de Kellner, ha monopolizado el discurso comunicativo en detrimento de la pluralidad informativa. La ley del más fuerte abanderada por Thomas Hobbes manifiesta en estos paraísos su mejor ilustración. El control de los medios por parte de los gigantes ha dejado huérfana de perspectiva a una democracia desequilibrada entre las líneas editorialistas de la izquierda y la derecha. Hoy en día, la ideología progresista ha ido perdiendo su voz en el monopolio periodístico de la caverna. Las grandes fachadas  han ido comiendo el poco pastel que le quedaba al discurso rojo del ayer. Con las persianas bajadas de Público, La Voz de Asturias y CNN+ es momento de buscar nuevos canales para resucitar a la verdad de la unilateralidad del discurso presente.

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