Durante la ocupación de Francia por los ejércitos de Adolf Hitler, L´Huma –como se le conoce coloquialmente- tuvo que difundirse en formato de octavilla al ser prohibido tras la invasión nazi de Francia y el Gobierno de Vichy, presidido por el mariscal Petain, un títere de los alemanes.

Jean Moulin
¿Qué hubieran dicho Jean Moulin, uno de los principales dirigentes de la resistencia francesa contra los nazis, asesinado en un tren por agentes de Hitler, el año 1934, y el mismísimo general De Gaulle, héroe de la citada resistencia, si los dos pudieran levantar la cabeza de su tumba?

Una frase de Petain
¿Pero quién es este presidente de la República francesa –se habría preguntado de Gaulle-, capaz de decir en voz alta, para buscar votos de la extrema derecha, que es un “honor ser llamado fascista por un comunista?”. Esta frase infame, por cierto, se le atribuye a Petain. Nunca la habría pronunciado De Gaulle, quien presidió el primer el Gobierno de concentración, que iba desde la derecha tradicional a la izquierda comunista.

Un saltimbanque de la política
De Gaulle no era en absoluto de izquierdas, pero sabía discernir entre el comunismo –que, guste o no, contribuyó objetivamente a derrotar a los nazis- y el fascismo. No hubiera entendido que en su partido más bien conservador -denominado gaullista- hubiera gentes de la calaña de Sarkozy, un saltimbanqui de la política, sin más ideología que la de un trepa sin escrúpulos. Ahora mendiga el voto del lepenismo a ver si la extrema derecha le salva de la quema.

De rebote
Sarkozy, por lo demás, hace todo lo posible en su campaña electoral para enmerdar a los socialistas españoles. De paso, se carga este personaje de la derecha -que pretende ser postmoderna- a España en su conjunto. Intenta que, de rebote, los ciudadanos franceses no voten por Hollande: “No caigáis en la tentación de apoyar a la izquierda. Mirad cómo están España y Grecia”.

El correligionario francés de Rajoy
No obstante lo peor es que Mariano Rajoy no haya abierto todavía la boca para pedir a su correligionario francés que frene este huracán de descrédito dirigido al PSOE y de guiños al PP de Rajoy. Se vieron en la Moncloa poco después de ser elegido presidente el líder de la derecha española. Pero por mucho que lo intenten, la suma de Sarkozy y de Rajoy no alcanzará jamás el nivel de estadista. El general de Gaulle sí fue un estadista. Lamentablemente murió en 1970.

Enric Sopena es director de El PLURAL.COM