El pretexto usado por el Ejecutivo es que un debate como este requiere mucho trabajo por parte de la Administración y del propio presidente del Gobierno, centrado en las decisiones que se debaten cada jueves en la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, en un momento en el que hay que estar a otra cosa.

Una estrategia de mano dura
Pero lo cierto es que esto recuerda a la política de mano dura de Interior para evitar meses calientes tras los anuncios de recortes del Estado del bienestar.  Un Debate del Estado de la Nación sería poner en bandeja al PSOE la oportunidad de apuntar una tras otras las incongruencias de Rajoy y su escaso respeto por las promesas electorales.

Los debates sobre los Presupuestos
Fuentes del Gobierno citadas por el diario El Mundo, que consideran incómodo un Debate del Estado de la Nación, alegan que este año hay dos debates de Presupuestos, el primero se celebró la semana pasada y el otro será tras el verano. Sin embargo, no debe escaparse el hecho de que en estos el presidente del Gobierno no tiene que dar la cara.

El Gobierno cumple medio año en junio
El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, alega motivos “técnicos” en contra del debate. Para él, ya se ha producido en diciembre, pues aunque en los años electorales no se celebra el gran debate de política general, en circunstancias normales los comicios se producen en marzo y el nuevo Gobierno toma posesión en abril, de manera que en junio apenas han transcurrido ni los primeros 100 días de gestión. Pero el Gobierno llevará en junio más de medio año en el poder.

El PSOE exigirá el debate
El PSOE ya ha manifestado su apuesta por el debate, y explican que la gestión del Gobierno ha sido suficientemente larga como para ser evaluada, así que pedirá en la Junta de Portavoces del Congreso la convocatoria del vigésimo tercer debate sobre el estado de la nación y esperará la respuesta del Gobierno.

Desde 1983
Felipe González quien propuso en 1983 organizar este debate parlamentario, que solo ha dejado de celebrarse en siete ocasiones, coincidiendo con la convocatoria de elecciones generales. La excepción fue el año 1989, cuando se registró una situación similar a la del año pasado, con un adelanto electoral.