Irresponsabilidad de Sarkozy
En Europa, la xenofobia se desparrama por doquier. En Francia la irresponsabilidad de Sarkozy, que copia para su campaña electoral la asquerosa esencia del lepenismo, ha contribuido a la ascensión de Marine Le Pen. Pero en lugar de presionar –a través de las vías democráticas- para que las sociedades con posibilidades económicas por encima de la media ayudaran a los maltratados inmigrantes, sucede en la práctica todo lo contrario.
Acorralados
La presión de no pocos potentados, o de políticos y periodistas sin escrúpulos -que quieren llegar muy alto en sus carreras- pretende tener a la inmigración acorralada, acusada y con el miedo en el cuerpo de ser expulsados. Cuanto más castigados, mejor. La mano de obra es cada vez más barata y echar a los trabajadores apenas cuesta dinero. Mariano Rajoy transformó una reforma laboral en el despido libre. Ése es su único mérito. Ser fuerte frente a los débiles y débil frente a los fuertes ¿Estamos caminando por el túnel del tiempo con el fin de recuperar la Inglaterra de Charles Dickens, la de la revolución industrial? ¿Habrá que ir pensando, a estas alturas, que podemos volver a la esclavitud? ¿O no viven como esclavos, de hecho, miles y miles de inmigrantes sin papeles?
García Albiol, un alcalde xenófobo
El Gobierno del PP se ha montado también en el corcel de la xenofobia. Sólo por ello la derecha española es deleznable. A Rajoy nunca se le oye protegiendo a los inmigrantes. Mira hacia otro lado, se encoge de hombros y calla. Mientras tanto, deja hacer a sus colaboradores más próximos. Aupó con satisfacción a un xenófobo como Xavier García Albiol de manera que fuera elegido alcalde de Badalona, la tercera ciudad de Cataluña. Pisoteando a los más débiles, Rajoy cree que repetirá mandato. ¿Sentido común, al que apela con frecuencia Rajoy? No. Sentido depredador, sí.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM