Cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar… El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha aprovechado una entrevista en un periódico alemán para lanzar el anuncio de nuevos recortes en salud y educación. Después del hachazo propinado a estas dos partidas en los Presupuestos Generales, se puede especular sin riesgo a equivocarnos que incorporarán el copago (o repago) por determinados servicios y prestaciones que hasta ahora eran gratuitos. Ya los portugueses sufren lo que es abonar unos euros por acudir a la consulta del médico de familia, por visitar urgencias o por hacerse una radiografía. En España se ha abierto la veda en Cataluña: el pago de un euro por receta. En otras autonomías gobernadas por el Partido Popular se ha eliminado, entre otros derechos, la gratuidad de los libros de texto o el transporte escolar en la enseñanza obligatoria. El camino está ya escrito y no hay mucho margen para el recorte.

Las cuentas de Rajoy fallan especialmente en el capítulo de ingresos. Con la recesión económica que nos atenaza, el aumento del paro y el desplome del consumo y la confianza en el futuro, las arcas de Hacienda no alcanzarán los objetivos de recaudación que prevén los PGE. Así que, a corto plazo, se nos exigirán nuevos sacrificios. Con este anuncio, el Gobierno de Rajoy recoge el guante de nuevas y urgentes reformas lanzado por el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Se impone la obediencia sin rechistar a la tiranía de los mercados. No importa quien pague esos recortes. Rajoy y los suyos se han vuelto insensibles, carecen de empatía en la toma de decisiones, sólo les preocupa los números y no las personas. La tutela de los organismos internacionales no les deja ver más allá del déficit público. Mirada alicorta e injusta de la derecha gobernante.

El porqué ha elegido De Guindos el Frankfurter Allgemeine Zeitung para soltar ese bombazo merece un breve comentario. O quería pelotear a la mandarina del cortijo europeo, la canciller Angel Merkel, en un diario germano o ha usado este rotativo para lanzar un globo sonda y calibrar la reacción de nuestro país ante semejante salvajada con estos servicios públicos esenciales para las familias. Veremos que nos deparan las próximas fechas. Me inclino más por la opción de la adulación y que la suerte esté echada. Habrá que estar preparados para una nueva embestida contra el bienestar de las clases medias y trabajadoras. Y luego protestarán por que los españoles nos echemos a la calle a defender nuestros derechos. ¡Qué tropa!