Valenciano ha dudado del interés de "los grandes defraudadores" de aflorar su dinero, ya que el primer año sólo se gravará con un 10 por ciento, pero el segundo año ya tendrán que tributar lo que les corresponde. Según ha insinuado, el PSOE está explorando la vía de la posible inconstitucionalidad de esa medida, aunque todavía no ha decidido si la recurrirá ante el Tribunal Constitucional o no. Ha diferenciado asimismo la medida estrella de los presupuestos de Rajoy de otras que se llevaron a cabo en los años ochenta, cuando entonces se estaba empezando a poner en marcha la Agencia Tributaria y el sistema fiscal español.

Medida sin precedentes
Los socialistas han detallado en una nota los argumentos por los que se oponen a la amnistía fiscal de Rajoy, advirtiendo de que se dirige a "grandes defraudadores" y no tiene "precedentes en España". Explican así que este tipo de procesos solo tienen sentido si "se vinculan a situaciones de incumplimiento absolutamente generalizados", "responden al establecimiento de un nuevo sistema tributario de diseño muy diferente del anterior” o "se anticipan a un endurecimiento significativo". Ninguna de estas circunstancias se da en la actualidad.

Mensajes para reengancharse ante endurecimiento
En cuanto a otros intentos de regularizar dinero opaco, desde Ferraz han explicado que en 1984 y en 1991 llevaron a cabo dos intentos antes de poner en marcha el impulso de la lucha contra el fraude fiscal, cuando "no existía en España una Agencia Tributaria, ni un procedimiento ordinario que permitiese a los contribuyentes incumplidores ingresar la deuda tributaria una vez vencido el plazo de presentación de las declaraciones", con lo que se lanzaba un mensaje de "última oportunidad" para ponerse al día.

Rajoy reduce los objetivos contra el fraude
¿Pero cuál es el mensaje que se lanza ahora, sin la contrapartida de nuevas normas contra el fraude? "La normativa vigente ya contiene mecanismos de regularización sin perdonar la deuda fiscal, al permitirse presentar declaraciones fuera de plazo con la aplicación de un recargo en función del tiempo transcurrido desde el vencimiento del plazo", explican desde el PSOE, desde donde alertan de que el Ejecutivo no solo no pone en marcha la lucha contra el fraude sino que la relaja, ya que para este año ha establecido unos objetivos a sus inspectores por debajo de los marcados para 2011.

Alternativas, que para el PP solo pasan por subir el IVA
Insisten asimismo en que los 2.500 millones de euros que pretende ingresar Rajoy con la amnistía y más aún "se pueden lograr de otras formas sin incentivar el fraude" por ejemplo con la creación de un impuesto a las grandes fortunas que ha propuesto el grupo parlamentario socialista. Proponen asimismo la creación de la Oficina Contra el Gran Fraude Fiscal y medidas complementarias como ampliar el plazo del delito fiscal y limitar las transacciones en metálico. Mientras, desde el PP reiteran que la única alternativa a la amnistía fiscal era subir el IVA.