Señores jueces del Tribunal Supremo de España

Con asombro e indignación recibimos la noticia de la condena al Juez Baltasar Garzón por ese alto tribunal, inhabilitándolo por 11 años de ejercer sus funciones y silenciarlo cuando trató de investigar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura del franquismo.

La decisión del tribunal fue semejante a un tsunami de impunidad para impedir el derecho del pueblo a la Verdad y la Justicia.

Durante décadas se silenció y ocultó el horror de los crímenes de la dictadura franquista en la guerra civil española; el secuestro, la desaparición y venta de niños, los fusilamientos, torturas y muertes; buscando borrar la memoria del pueblo.

Señores jueces, tengo que decirles que olvidaron que la luz no es para ponerla debajo de la mesa, sino que debe estar por encima de todo para iluminar la vida y memoria del pueblo. Lamentablemente ustedes  resquebrajaron la justicia y dañaron profundamente al pueblo español y a la humanidad. Condenaron al juez  Garzón antes de juzgarlo.

El juez Baltasar Garzón tuvo el coraje de investigar y luchar contra la impunidad; cuando se cerraron las puertas de la justicia, para juzgar a los genocidas de la dictadura militar en la Argentina. No deben olvidar señores jueces, que la justicia no tiene fronteras  cuando se trata de crímenes de lesa humanidad, aún en España y recordar que  no toda ley es justa, las leyes injustas deben ser desobedecidas hasta su total nulidad.

El Ministro de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, Raúl Zaffaroni expresa, refiriéndose a la situación del juez Garzón que: “hay dos independencias de los jueces, una externa, que es el  judicial que reciba presiones de facto de poderes como el económico y político; y una interna, que hay que preservar para que el juez no reciba presiones de los propios órganos del Poder Judicial”. Esto último es lo que garantiza la autonomía del juez de interpretar el derecho, de lo contrario todos los jueces se convierten en empleados o amanuenses del órgano supremo” y continúa el ministro: No se puede imponer una dictadura ideológica desde un cuerpo colegiado supremo. Eso es creer que el Poder Judicial es un “ejército”.

Señores del Tribunal Supremo, dignifiquen la justicia, no la maltraten, ni la denigren, revean la sentencia dictada contra el  juez Garzón y será Justicia.

Les reitero mi saludo y esperamos que actúen con equidad.

Adolfo Pérez Esquivel

Gerardo Rivas Rico es licenciado en Ciencias Económicas