Lladó y el exilio
Fue un honor para mí entregarle en Barcelona a Tabucchi, el 1 de julio de 2001, el premio de periodismo Josep María Lladó. También fueron galardonados Gorka Landaburu y Gemma Nierga. Ese premio lo promovió durante unos años el Grup de Periodistes Progressistes Josep María Lladó, del que fui, junto a otros queridos colegas, promotor y presidente. Lladó, fallecido en 1996, era –salvadas muchas distancias y diferencias- una especie de Pereira catalán. Los dos periodistas vivieron bastante tiempo en el exilio.
Una buena jugarreta al dictador
Pereira, puntualiza Tabucchi, “era sólo un personaje en busca de autor”. Y añade: “Era alguien que había conocido fugazmente en París (…) cuando él, como exiliado portugués, escribía en un periódico parisino (…) Había ejercido su oficio de periodista en los años cuarenta y cincuenta en Portugal, bajo la dictadura de Salazar. Y había conseguido hacerle una buena jugarreta a la dictadura salazarista publicando en un periódico portugués un feroz artículo contra el régimen. Después naturalmente, había tenido serios problemas con la policía y se había visto obligado a escoger la vía del exilio”.
Sostiene Pereira
Ahora te nos has ido tú, Antonio. Tu vitalidad, tu simpatía, tu sentido del humor y tus convicciones democráticas profundas nos acompañarán siempre. Plantaste cara a Berlusconi y no te publicaron, en diarios donde colaborabas habitualmente, un artículo muy crítico contra el berlusconianismo rampante. Pero nosotros, muchos periodistas catalanes y españoles, seguiremos recordando con enorme emoción y respeto a tu amigo Pereira. Por cierto: Sostiene Pereira que tú, en realidad, no te has ido ni te irás nunca. Porque nunca dejarás de luchar por la libertad, querido Tabucchi.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM