Y es que la coyuntura actual del socialismo, o de la izquierda en España, contribuye nítidamente al riesgo del abismo. La derecha integrada por CiU y PPC arrasó al PSC, a Iniciativa y a ERC en noviembre de 2010, en las elecciones catalanas.

Triunfo popular sin paliativos
En mayo de 2011, los comicios municipales y autonómicos arrojaron unos resultados sobresalientes para la derecha. Es decir, aquello fue un triunfo sin apenas paliativos del Partido Popular. Y luego llegó el 20 de noviembre y el veredicto de las generales volvió a ser escalofriante para la izquierda en general. En esta ocasión, además y de forma excepcional, ha habido prórrogas tanto en Asturias como en Andalucía.

Tiempo de prórroga
Estamos, pues, ahora mismo, en tiempo de prórroga. Todavía es posible que el veredicto de los votos y de los pactos -con IU básicamente- permita que el PSOE gobierne en Asturias y también en Andalucía. Pero no es ésta, al parecer, la posibilidad más plausible. La caída de Andalucía, si así sucediera, tendría muy graves resonancias por su enorme potencial como granero tradicional de los socialistas españoles. Y los efectos colaterales de esa debacle serían altamente negativos para el actual estado mayor del PSOE.

El descenso a los infiernos
Tras el magnífico resultado de marzo de 2008, empezó de manera imparable el descenso socialista a los infiernos. Galicia regresó, tras una legislatura progresista, a tener un Gobierno autonómico de derechas. Ganó el PP por los pelos. Sí, pero ganó y sigue gobernando tan tranquilamente. En Euskadi, Patxi López obtuvo un resultado extraordinario, pero tuvo que aliarse con el PP vasco debido a la aritmética electoral. Y eso ha significado pan para hoy y probablemente hambre para mañana.

Ferraz y Moncloa, patas arriba
En las elecciones europeas, el PP derrotó al PSOE. E inmediatamente la crisis comenzó a poner a Ferraz y a la Moncloa patas arriba. De entonces a día de hoy el desastre está constantemente a la vista. La última esperanza radica en Andalucía y ojalá que en Asturias. De lo contrario, la travesía del desierto puede doblegar a un partido tan importante y tan decisivo como el PSOE -desde la transición a la actualidad-, que debería ser ingresado en la UCI y con peligro de muerte.

Gobierno reaccionario
Hoy, 25 de marzo de 2011, nos jugamos en este país demasiadas cosas y es urgente taponar la hemorragia con algunas heridas aún abiertas. Sólo votando socialista o IU podrán los ciudadanos plantar cara a un Gobierno reaccionario como es el presidido por Mariano Rajoy.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM