Sin mencionar el nombre de Álvarez-Cascos, Rajoy criticó la opicón individualista, "el partido de uno", que en su opinión representa el actual presidente asturiano, frente al "partido de muchos y de todos", que encarna el PP. El presidente del Gobierno ha dicho que su ahora contrincante político no merece volver a gobernar, porque ha decepcionado a los asturianos y porque “las divisiones, los líos, las expresiones malsonantes sólo sirven para aumentar las dificultades”. “No estamos aquí para crear problemas sino para solucionar lo que existen”. Y aun más, reprochó a Cascos que en los diez meses que lleva en la Presidencia de Asturias "no haya hecho nada" y ni tomado decisiones".

"Asturias no puede ser una isla"
Rajoy ha echado mano de su mayoría política en el resto de España para convencer a los votantes asturianos de que no giren tampoco hacia la izquierda porque “Asturias no puede quedarse como una isla” y porque “no se puede volver a confiar en quienes nos trajeron hasta aquí y nos han colocado en la situación de dificultad en la que estamos”.

Una ley para emprendedores
El presidente del Gobierno ha elegido este acto electoral para anunciar que su Gobierno acometerá “muchas más reformas”, tras la fiscal, la financiera y la laboral que ya ha emprendido. Según ha adelantado, aprobará una ley para favorecer a los emprendedores y simplificar lo que ha definido como una “oleada de leyes, normas, reglamentos y decretos, que son trabas” para los emprendedores. “Un buen director general”, ha dicho, “no es el que aprueba cinco decretos, sino el que los deroga, porque no molesta, da libertad y deja vivir”.

Acusa de inmovilismo a quienes critican sus reformas
Rajoy ha defendido sus reformas y ha cargado contra quienes las critican y prefieren, según ha afirmado, "no hacer nada", porque considera que están instalados en el "inmovilismo". "Quienes se oponen están en el inmovilismo", ha dicho, añadiendo que "lo único que no puedo aceptar es no hacer nada".